Viajar ligero…de equipaje

2 octubre 2022 5:26 pm

Compartir:

«Aquel que quiere viajar feliz, debe viajar ligero» 

Antoine de Saint Exupery.

La semana que pasó me vi en la necesidad de desplazarme a Bogotá por razones de índole familiar, para ser más exactos, salí de Armenia el jueves para regresar hoy domingo, día en el que estoy escribiendo esta columna, con un frio de esos, calador de huesos. Escogí para el viaje a Bogotá un vuelo de la aerolínea Avianca, haciendo la reserva a través de la app afincada ya hace mucho tiempo en mi teléfono inteligente. Cuando la app me pidió escoger la tarifa, por un momento pensé que estaba en el lugar equivocado: XS, S, M, L, KL, XXL. Pensé que por equivocación había llegado a un portal de compras de una de las tantas tiendas de ropa que ofrecen ventas por internet, pero no, estaba en el lugar apropiado, por lo que escogí la categoría XS por ser la más económica y la cual pedía en sus instrucciones: “Llevar justo lo que necesitas”. Así que me di a la tarea de empacar en mi morral de diario, ese que cargamos en el día a día el 70% de la población (escolares, empleados de todo tipo y últimamente aquellos que desde épocas anteriores a la pandemia trabajamos desde cualquier superficie en donde podamos aterrizar el portátil).

Teniendo en cuenta esta condición, me dispuse a empacar en modo XS para este viaje de jueves a domingo, empacando lo siguiente:

  • Dos mudas completas,
  • Un mini equipo de aseo (ahora le dicen KIT DE ASEO)
  • Un piyama manga larga adecuada para los fríos capitalinos.
  • Dos pañuelos “post hippie times”, uno rojo y uno azul (otros colores no aplican). Puedo salir a la calle sin ropa interior, pero nunca, sin estos pañuelos.
  • Un solo par de zapatos, los llevo puestos.
  • El portátil y todos los accesorios para las benditas reuniones virtuales, cables de varios tipos.
  • Una linterna pequeña (nunca salga sin ella).
  • Documentos y algo de plata, como para no dar la sensación de que ando pelado.

Ahora, empacando para el regreso, me doy cuenta que solo usé el 60% de la ropa que llevo, por lo tanto, seguiré con el ejercicio de ver hasta dónde puedo llegar a reducirme para sugerir a Avianca una categoría que bien podría ser XXS, que solo permita al viajero llevar: Cédula de Ciudadanía, Licencia de Conducción, una Tarjeta de Crédito, y, para los creyentes, una estampa del Niño Jesús de Uré o de la Virgen del Carmen; más ná. Todo lo anterior no llega siquiera a 7 kilos por lo tanto viajé dentro de lo permitido.

He acá algunas recomendaciones para un viaje corto:

  • Tener muy en cuenta el lugar a visitar, recordar que nunca usaremos la cantidad de ropa que pensamos que vamos a necesitar en el viaje.
  • Afinar el ojo y llevar justo lo necesario. Para poder estar ligeros recomiendo usar morral de los que cargamos en la espalda para así tener las manos libres. No hagamos de nuestro viaje algo pesado e incómodo.

Amigos, viajen, viajen mucho y no se carguen de tanto ya que después lo padecerán. Recuerden, para viajar no hace falta más que tener nuestro cuerpo activo y los sentidos más aguzados que nunca para poder disfrutar de las innumerables sorpresas que depara la que para mí es la actividad más placentera y edificante.

Hasta la próxima, mis entrañables viajeros.

 

[email protected]

 

 

El Quindiano le recomienda

Anuncio intermedio contenido