Jimena Marín Téllez
Mediante una directiva, el Presidente de la República emitió instrucciones para prohibir que los recursos públicos se usen para eventos de publicidad o publicaciones de tipo promocional. Mejor dicho, se prohibirán los gastos con recursos del Estado que tengan como fin promover la gestión de un Gobierno.
Un ejemplo de esto es la publicidad que Enrique Peñalosa pagó e instaló por todo Bogotá donde promovía aquello de “impopulares pero eficientes”. Mejor dicho, hacía alarde de su buena gestión, con vallas pagadas con dinero de los bogotanos.
Esto, a mi parecer, es una decisión inteligente y sensata del nuevo Gobierno. No puede pasar que, ad portas de una recesión económica, los alcaldes y gobernadores hagan campaña anticipada usando dineros que podrían ser usados para cualquier otra cosa en bien de la comunidad. Así sean 1000 pesos, esos 1000 pesos podrían darle un pan a una persona en estado de necesidad.
Los gobernantes están muy acostumbrados a que el dinero del Estado se puede derrochar o a que no hay que cuidar los recursos públicos. Por tal razón, directivas como la emitida por el Presidente marcan un derrotero y generan que, a futuro, se puedan expedir más instrucciones relacionadas con la austeridad.
De todo lo realizado por el Gobierno Petro, su prédica de austeridad es tal vez la más importante y racional. Por eso es que acciones como las de la compra de los plumones de plumas de ganso son tan perjudiciales para su imagen.
No obstante, a pesar de las estufas vitro cerámicas de 17 millones, aún creo que el nuevo mandatario tiene una fuerte intención de reducir los gastos del Estado. La directiva de publicidad lo demuestra.
Habrá que ver si cumple con otras de sus muchas promesas de candidato, como la de reducir los salarios de los congresistas y recortar los gastos de algunos ministerios.
Es especialmente importante que el Gobierno centre su atención en volver más costo-eficientes a las entidades públicas. Hoy es común ver órganos del Estado con muchos más contratistas de los que realmente necesita, solo para cumplir con cuotas políticas.
Por tal razón, y si el doctor Petro realmente quiere disminuir gastos estatales y fomentar austeridad, sería interesante que se contrataran los servicios de firmas consultoras expertas en mejoramiento de procesos. Esto, con el fin de establecer diagramas de procesos claros y eliminar ineficiencias que hoy le quitan recursos al Estado y que se podrían estar utilizando para otorgarle beneficios a los menos favorecidos.
Las entidades estatales no deberían emplear personas que no requieran. Cosa diferente es que el Estado cree necesidades con el fin de fomentar el empleo, en cuyo caso dicho mecanismo funcionaría para mover la economía y propender por el crecimiento económico.
Con lo anterior me refiero a que no se deben crear puestos nuevos para que los trabajadores se sienten en un escritorio de una alcaldía a hacer nada todo el día. Se deben crear vacantes de, por ejemplo, construcción de vías, donde los contratados sirvan de mano de obra. Esto ha funcionado históricamente para paliar los efectos de una recesión como la Gran Depresión de Estados Unidos de 1929.
En los próximos meses o años será especialmente importante la gestión que el Presidente haga en pro de la austeridad. Un buen trabajo en esa materia podría reducir las consecuencias negativas de los tiempos que se avecinan.