…alterna con el polvo eres de cada día

30 octubre 2022 5:51 pm

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Carlos Alberto Agudelo Arcila

I

La noche se expande como vagina ardiente por donde cabe el tiempo inagotable los días de los siglos y los siglos y hasta la muerte de cada quien del mundo. La noche traviesa y juguetona dispara un balón que da en el viento espejo donde se reflejan transeúntes con su único destino la noche. Noche piel y vísceras del instante. Continúa la noche hasta verterse en entrañas moribundas. Se agita el día en el frasco de la eternidad remedio por beber millones de trastornados con la esperanza de subsistir en el fondo de la nueva noche.

II

En ocasiones soy la alegría y me olvido de mis sumas y mis restas del cloroformo y el tributo del bagazo de Dios y del vampiro cuando succiona la magnitud de cuanto existe de las catacumbas de mis siglos de la ventana donde vive la costumbre del grito de mis entrañas ante el culminar de cada día. Me olvido de mis ansias sin decirle a nadie sin consultar al hábito de mi vivir y ocurren la flor el grillo el perro Dios en todo su fruto vibrar sublime conquistándome. Algo crece dentro de mí y me digo soy mirada sin esculpir angustias el instante me dice acabas de nacer me miro tan niño tan indefenso observo cómo mis padres me llevan a la iglesia y cometen contra mí el crimen del bautismo poco a poco mi niñez crece en la cicatriz de haber nacido alcanzo a divisar la orgía del gusano en el caserón de la guayaba aparece de nuevo la tristeza no obstante rememoro el sortilegio del vivir recapitulo sobre los momentos cuando soy la alegría y me olvido del dos por dos como jornada ruin de mis entrañas.

III

Un pordiosero desde la calle grita Dios basta ya de tu omnipotencia mientras releo La Resistencia de Sábato pienso y…

IV

Polvo que fructifica en el resquicio. Polvo de vidrio entre ceja y ceja del vidrio. Polvo presto a invertir sus sentidos perpetuos. Polvo que alterna con el polvo eres de cada día.

V

El vacío siempre el vacío como tiempo entre el agua evaporada o la hondura del viento o la arista donde florece el infinito o la polvareda impalpable en la cúspide del horizonte fantasmal o la nada con aroma de cereza por sembrarse. El vacío superficie de sí mismo. El vacío tú y yo por conocernos en la esquina donde nace el olvido.

VI

Hoy es lunes. Día del bien y del mal. Del agua y la piedra. De la luna y el sol. De la selva y el desierto. De tú y yo. De la nada y el todo. Lunes pesado como plumaje cargando el cóndor en los aires. Lunes triste a la hora apocalíptica. Lunes alegre en brazos de la amada. Lunes de silencio y cántaro llenándose de gotas. Lunes que reverbera su destino. Sombra de lunes en un domingo oculto en la curvatura del cuerpo desnudo. Lunes hecho hombre a imagen y semejanza de la aguja en manos del zapatero. Lunes de martes de nunca llegar.

VII

Este mundo es una casa. Una casa habitada por fantasmas. La casa también es un mundo donde vaga el cadáver de mi abuela de él y ella la familia muerta de cada quien amigos fallecidos enemigos muertos. Cada uno de sus habitantes hace parte de la soledad de una casa. Mundo perdido dentro del mundo igual a esta casa sin muros sin ventanas sin puertas sin terreno para asentar su naturaleza de casa.

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