Iván Restrepo
El sur del continente americano, principalmente Argentina ha sido y es uno de los destinos preferidos por los colombianos, “Es que Argentina ejerce una magia única en el turista colombiano, el tango, la gastronomía, los atractivos naturales; Buenos Aires es el súmmum de dos capitales europeas, Madrid y Paris en una sola”, palabras de un argentino con quien compartí un viaje, primero, en bus desde Montevideo hasta Colonia de Sacramento, luego en el ferry de BUQUEBUS que nos llevó desde Colonia hasta Buenos Aires, cruzando el Rio de la Plata, –una hora larga dura este trayecto– : estas razones y muchas más, son las que motivan a las corrientes turísticas mundiales a visitar este magnífico país en donde la cultura en todas sus manifestaciones se hace presente en cada esquina de sus ciudades emblemáticas.
Entre Punta del Este y Montevideo existe una ciudad costera sobre el rio de la Plata que bien merece capitulo aparte por sus características únicas; esta ciudad se llama Piriápolis a solo 98 kilómetros de Montevideo por la magnifica autopista que une a la capital uruguaya con el exclusivo balneario de Punta del Este, sin lugar a dudas uno de los mas exclusivos de Latino América.
A finales del siglo XIX, Piriápolis era un elefante blanco levantado desde cero por un hijo de inmigrantes italianos, Francisco Piria, un exitoso comerciante que se imaginó una ciudad única en este hermoso paraje de la República Oriental del Uruguay. El ingenio, la autopromoción y el espíritu aventurero siempre fueron las herramientas que destacaron a Piria. Pero su perfil de capitalista emprendedor, habitual en la cultura estadounidense, no resultó bienvenido por la aristocracia que gobernaba su país. Y cuando construyó su magnífico balneario, en el que abundaban los hoteles de lujo en donde bien se destacó el imponente Hotel Argentino –el cual merece una crónica especial por su magnificencia–, los monumentos traídos de Europa y las construcciones que excedían la modesta escala de un Uruguay siempre caracterizado por ser ese país pequeño ubicado al costado oriental del gigante argentino; a todas estas, lo que Piria recibió no fue aceptación.
Sobre Piria converge una mitología que mezcla la alquimia, la masonería y una extraña versión futurista, cuyas marcas están ocultas en el trazado urbano y el diseño de Piriápolis. Desde la primera vez que conocí Piriápolis por allá en el año 2004, el puerto despertó en mí una admiración única, por muchas razones, entre ellas el trazado del pueblo con ese aire de misterio que envuelve todo lo que tiene que ver con la Masonería y lo esotérico. Sus museos, monumentos, sus alojamientos, una propuesta gastronómica única son motivo suficiente para hacer un desvío en el camino y adentrarse hasta allí, les prometo, Piriápolis nos los defraudará.
Definitivamente, el mundo de los viajes sigue evolucionando a pasos agigantados. Mientras que, en Argentina, la cola para ingresar al país, esto es para hacer la inmigración me tomó unos buenos 90 minutos, a mi regreso a Colombia, solo fue cosa de cinco minutos a través de BIOMIG, inscríbanla en sus teléfonos inteligentes y díganles adiós a las interminables colas para salir y entrar a Colombia, siempre hay un funcionario de Migración Colombia en el Aeropuerto dispuesto a ayudarle con este trámite, el cual no toma más de diez minutos.
BREVES DEL QUINDIO: El tempo, el inclemente tiempo continúa haciendo de las suyas, mucha lluvia, ríos que se salen de su cauce, por favor a los paseantes del día, mucho cuidado, absténganse de los sancochos de olla, y sus derivados; a cada momento estamos leyendo sobre tristes sucesos relacionados con este tema-
Hasta la próxima, mis apreciados lectores.