sábado 8 Nov 2025
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Además de soñar e innovar, hay que recordar

2 noviembre 2022 5:27 pm
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Álvaro Hernando Camargo Bonilla

Antes de soñar, hay que despertar, reflexionar y zanjar el marasmo socioeconómico y administrativo que ha padecido el Quindío durante los 56 años de su independencia política –administrativa, producido por los efectos de una histórica gobernabilidad marcada por el caudillismo, caciquismo y gamonalismo político que ha sumido al territorio en feudo perpetuo, al servicio de titiriteros ubicados en escenarios políticos más altos, desde donde mueven los hilos del poder a través de burócratas locales.

El paso del Quindío, como su nombre indica, ha visto franquear por la “Hoya del Quindío”, oportunidades de progreso, y solo ha quedado en la hondura un sinnúmero de oportunidades fallidas e inconclusas.

Más que apoyo político foráneo, se necesita el accionar de una generación de políticos eruditos, probos, con mirada holística, que incluya todos los contextos, y supere las minucias del progreso basado en la ambición burocrática y beneficio económico personal.

De tantas posibilidades fallidas, para la muestra un botón.

Me pregunto: ¿Por qué se propone la recuperación de una línea férrea, para el servicio de tránsito de bicicletas y viandantes? Sería mejor pensar retomar la terminación de la construcción del ferrocarril del Quindío, iniciado en el año de 1914 y fallido en 1945, obra que aliviaría y dinamizaría el martirizado tránsito de la Cordillera de los Andes del Quindío y se constituiría en el eje central de un desarrollo turístico contenido con la vocación ambiental del territorio.

Sería larga la lista, pero más que un vademécum de proyectos, se necesita superar el caudillismo, caciquismo y gamonalismo político al servicio de foráneos, que al fin de cuentas ha sido la barrera infranqueable del desarrollo del territorio.

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