Demonización y programas de odio

3 noviembre 2022 5:03 pm

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Jhon Jairo Hernández Montilla

A lo largo de la historia se han dado procesos de segregación racial, donde se asumía que el color de piel podría determinar el destino de un grupo de personas, se crearon sistemas de castas donde los que provenían de determinada zona del mundo eran superiores no solo por su piel blanca, sino también al ser portadores de la fe verdadera, y esto les daba el derecho a esclavizar a otros pueblos, especialmente los que eran del áfrica, ya que estos al ser animistas y tener una visión espiritual diferente a la de occidente, y al no profesar una religión monoteísta, eran considerados algo menos que humanos. Se les categorizaba como inferiores, y sus mitos y ritos, eran demonizados, constantemente se usaban palabra tales como: “brujería, hechicería, magia negra”, todo esto era anticristiano y por ello los invasores, podían disponer de sus vidas como quisieran.

Aunque se cree que el mundo de hoy, ha superado los perjuicios basados en color de piel, debido a que las teorías que sustentaban el supremacismo blanco, han ido siendo revaluadas por la ciencia y está ha demostrado que las razas superiores no existen. También a partir de dejar de clasificar al ser humano desde la religión, donde se puede tener o no un alma, algo que implicaba que quienes no tienen una, no son hijos del dios verdadero, por tanto, son algo como sub humanos, esto ha sido revaluado debido a la revolución humanitaria, producto de las reflexiones suscitadas en el mundo, a partir de la ilustración, y los aportes de los racionalistas.

Para buscar comprender de donde surge la noción de superioridad asociada al color de la piel, es importante abordar la teoría del auto engaño planteada por Robert Trivers en su libro “La insensatez de los necios”, este estudio presenta hallazgos sorprendentes frente a la conducta prejuiciosa, esta lleva a una persona a sentirse  superior a otra, por tanto; plantea Trivers “menospreciar a otros es una estrategia defensiva que la gente usa cuando se siente amenazada”, pocas cosas ejercen mayor poder en el ser humano que la pertenencia a un grupo, por tanto basta poner a un grupo de personas una camiseta roja y a otros una verde, para que en poco tiempo surjan sentimientos de pertenencia asociados al color de la prenda”.

Los perjuicios surgen según investigaciones de Daniel Goleman en la temprana infancia, este se basó en estudios sobre el racismo en los Estados Unidos, donde el “White Supremacy” consideraba que tenía derecho a dominar y someter a la población afroamericana, el perjuicio se va reforzando a lo largo de la vida, a partir de lo que los psicólogos sociales conocen como: sesgos atencionales, se sabe que el circuito cerebral que modela la venganza, se atenúa cuando el perpetrador se encuentra en el mismo circuito de empatía social, por  ello, se considera deleznable una conducta cuando la comete un grupo sometido a perjuicio, y esta se considera menos gravosa cuando es cometida por alguien del círculo de empatía, este tipo de conducta se ven reforzadas, por lo que Estiven Pinker denomina “La paradoja del pensamiento”, la cual consiste en que cuando en un grupo se discuten ideas iguales, estos se van haciendo cada vez más homogéneos, y las ideas se van volviendo más radicales, lo que provoca un cerramiento del grupo a escuchar otras perspectivas sobre un tema específico”. Esto es importante tenerlo en cuenta a la hora de comprender el pensamiento sectario, el cual es base de los grupos racistas como el Ku Kux Klan en EE, UU, y organizaciones neo nazis entre otras.

En el libro Masa y Poder de Elías Canneti se plantea una cuestión frente a las masas “el sujeto cuando está en medio de una multitud adquiere el espíritu de la masa y su personalidad se ve modificada por la presencia y la fuerza que le da el grupo”, este autor analiza muchos tipos de masa, sin embargo, para el tema, se abordara uno específico y es el de masa de acoso. Esta ópera como una muta de caza donde la víctima escapa o perece, se fundamenta en el discurso que impulsa a perseguir una presa, es por ello que las ideas delirantes de supremacía racial tanto en los Estados Unidos, como luego en Europa en el periodo entre guerras se hicieron tan fuertes, y se dieron hechos infames como linchamientos públicos, de personas de etnia negra solo por el hecho de su color de piel, operando una figura de demonización del otro.

La historia está llena de casos, donde a partir de ideas delirantes, se empuja una sociedad a acciones barbáricas, uno de los que más infames de la historia, y que está gravaba en los anaqueles de la infamia, es el conocido como el periodo de “La caza de brujas en Europa”, donde producto del señalamiento del clero se persiguió a las mujeres que tenían algún tipo de conocimiento: estos juicios se basaron, en un libro escrito en 1486 por un par de monjes dominicos, este manual recibió como título, “El Malleus Maleficarum”, conocido popularmente como el martillo de las brujas, usando las descripciones de este libro, la iglesia lo convirtió en el manual de la inquisición, para perseguir herejes y en especial mujeres por todo Europa por más de tres siglos.

En ese tiempo bastaba que una persona señalara a otra de brujería, para que fuera encerrada, se le obligara a confesar su crimen por medio de la tortura, y luego la víctima era ejecutada de forma atroz. Una de las formas de purgar las culpas de las mujeres condenadas por brujería, era por medio de la hoguera, se amarraba la víctima a una pila de madera y luego era incinerada, mientras el fuego quema su piel, según los inquisidores se envía al infierno a la consorte de satán.  Es importante recordar como la mujer para el clero era considerada “la depositaria del mal”, la que tentó adán y lo hizo ser expulsado del jardín del edén, según relata el mito hebreo.

Etimológicamente la palabra fanático viene del latín fanáticus, un derivado de fanum, significa santuario o templo, el vocablo fanaticus se asociaba al servidor de un templo y con el tiempo dicho vocablo fue usado para designar el adepto exclusivo de un templo, santuario o divinidad. El fanatismo lleva al apasionamiento ciego por una idea o una frase, lo que implica que quien promueve este tipo de ideas, no acepta razones, se siente imbuido por un poder superior, que le da el derecho a imponerse sobre otros.

 

Los programas de odio siempre siguen una secuencia clara, primero se categoriza un grupo como diferente, luego se le niegan derechos, posteriormente se le demoniza, sea por sus creencias, ritos, cultura, luego se le aísla y posteriormente se le aniquila, sea por medio de llevarlos a condiciones de vida que provoquen su desaparición, o por medio de escuadrones de asesinos, y en algunos casos perseguidos por grupos fanáticos orquestados por funcionarios del estado, de esa forma a un ser humano se le deshumaniza y se le asesina impunemente de manera individual o en masa.

Aunque pareciera que la quema de brujas, los pogromos raciales, fuesen asuntos del pasado, se puede evidenciar que las ideas delirantes toman fuerza en un mundo, donde se promueven teorías de la conspiración, toman relevancia política las ideas sectarias,  las cuales se usan en campañas electorales para atacar a los contradictores sobre la base de ausencia de propuestas, entonces el mecanismo se repite, se niega al otro, se desconoce, se le hace asociaciones con el mal encarnado, y se le niega el derecho a expresar sus puntos de vista, todas estas dinámicas hacen parte de un proceso de demonización, contrario a la lucha democrática que implica que quien gane unas elecciones sea el que logre persuadir el mayor número de electores.

 

Bastaba el grito de quemen las brujas hace siglos, para que miles de mujeres inocentes, fueran incineradas amarradas en pilas de madera, padeciendo dolores inenarrables, todo producto de las ideas fanáticas.

 

Jhon Jairo Hernández Montilla

 

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