Por Fernando Jaramillo Botero
Cuando hablamos del Paisaje Cultural Cafetero por lo general pensamos en turismo, en hoteles y parques temáticos para pasar nuestras próximas vacaciones o para llevar a nuestros parientes a conocer sitios agradables y a disfrutar del paisaje , pero no siempre es así, por que el PCCC no fue inscrito en las listas de patrimonios mundiales del humanidad por la Unesco como una región turística sino como una región donde la integración entre el hombre y el café creó por más de cien años y varias generaciones un modo de vida dependiente en alto grado de este cultivo y las labores complementarias para su beneficio y consumo, es por ello que muchas veces los turistas se desencantan y al visitar un pueblo o programar sus vacaciones, se preguntan ¿y que hay allá para ver?, nos pasa con los pueblos de cordillera del Quindío y con otros muchos pueblos de los demás departamentos del PCCC.
El Cairo es un pueblo de esos anónimos e incognitos donde después de viajar desde Pereira o Armenia por una regular carretera cerca de cuatro horas uno se pregunta ¿y qué tiene de interesante este pueblo?, es ahí cuando tenemos la respuesta para decir, ¡es que los pueblos del PCCC no fueron inscritos por la Unesco para el turismo! son pueblos donde la caficultura representa un modo de vida y donde los campesinos a pesar de las crisis y dificultades sobreviven con el cultivo del café y algunos otros productos asociados y tienen la convicción de que vendrán tiempos mejores y que la próxima cosecha les ira mejor porque la florescencia augura una buena producción.
Fundado en 1.920 por colonos antioqueños que buscaban tierras baldías en las montañas para cultivarlas y lograr su titulación posterior aprovechan el auge del mercado del café de los años 20 y 30 del siglo pasado cuando Colombia en pocos años logra una posición muy importante en las exportaciones del grano. Los colonos copiando un poco a una de las migraciones más grandes del mundo como fue la de los “Abanderados en Brasil”, que cultivaban lo que podían y luego el estado les titulaba la tierra para ser propietarios con escritura en mano, los abanderados con solo ubicar la bandera en el predio y trabajarlo por cinco años o más tenían derecho a su propiedad, con esta reforma agraria, se desarrolló gran parte de las zonas prosperas y cultivables de Brasil.
La región montañosa fue habitada inicialmente por indígenas Quimbayas quienes trabajaron con gran destreza el oro y la cerámica, cultivaron maíz y producían sal en los salobres que brotan en la cordillera, el agua es fuente de vida e irriga su territorio desde los cerros y camellones como Galápagos, Morrón, las Cuchillas, la Carbonera o la serranía del Paraguas, senderos y una amplia biodiversidad de fauna y flora nativas. El café llega con el poblamiento y la diversificación con cultivos de pan coger, frutales de tierra fría, plátano y verduras, a pesar de la crisis cafetera el área cultivada no ha descendido estruendosamente como en otros municipios del PCCC.
Como descendientes de paisas conservan su religiosidad y celebran las fiestas católicas como la Semana Santa, el día de la Virgen del Carmen, el día de San isidro y otros que por ser trasladados al lunes siguiente han perdido su importancia; también se celebra allí la fiesta del Retorno, la fiesta de los Cachacos y el festival de Los Paraguas. Su nombre proviene de El Cairo Egipto, ciudad capital de mucha influencia y conflictos religiosos en épocas anteriores, muchos de los nombres de los municipios del PCCC son de origen mediterráneo.
Desde El Cairo se divisa la gran biodiversidad del departamento del Choco gracias a su alta pluviosidad calculada en más de 7.500 m.m. de lluvia al año y que es fuente de riqueza hídrica en la región.
Noviembre de 2022