Dos vías de la zona cordillerana completaron un año con importantes daños y deterioro, sin que el gobierno departamental haya hecho las intervenciones de rigor. El primero de ellos es un enorme derrumbe que taponó la vía en la ruta Ríoverde-Barragán. Allí no ha habido levantamiento del derrumbe y los usuarios del carreteable tuvieron que abrir por su cuenta una trocha para poder transitar. El segundo hecho se presenta en la destrucción de la banca por parte del río, en la ruta Ríoverde-Córdoba, lo que obligó, igualmente, a los usuarios a abrir una trocha de ampliación de la calzada para poder transitar.
“Ha pasado más de un año y el gobierno no ha movido un dedo para solucionar estos dos problemas en estas vías”, indicaron usuarios de las carreteras.
EL QUINDIANO visitó los dos sitios y constató sus estados deplorables:
