Cuando los hijos sueñan…

14 noviembre 2022 5:29 pm

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Manuel Gómez Sabogal

Se van con sus sueños. Quieren disfrutarlo todo al instante. No dejan de ser hijos. No desaparecen, ni se pierden en diferentes puntos del planeta. Siguen ahí y los llevamos siempre con nosotros.

Son libres y vuelan, porque les enseñamos a tener alas para descubrir el mundo, un mundo que hoy, no es lo que quisiéramos que fuese.

A veces, quisiéramos tenerlos con nosotros, pero no, ya no es así. Deben partir a buscar sus sueños. A conocer nuevos países, ciudades, museos, lugares maravillosos que, de pronto, no tuvimos la oportunidad de ver en nuestras visitas a algunos lugares en diferentes partes del mundo.

Se dan el tiempo necesario para vivir como desean y para triunfar, porque su meta es no solo salir adelante, sino ser los mejores en todo lo que desarrollen.

Viven para ser exitosos, porque es su anhelo, su sueño. No es solamente el dinero el que los mueve, sino el aprendizaje, el conocimiento, la vida misma en un mundo que está plagado de hechos nuevos a diario.

No hicimos las paradas necesarias en distintos sitios, pues no teníamos suficiente ilustración sobre algunos de ellos. Es más, debíamos hacer lo que nuestros padres nos ordenaran si queríamos ser triunfadores.

Lo más grave es que poco o nada aprendimos sobre la vida real.

Hoy, Todo está totalmente a la mano y se vuelve más cercano. Las redes sociales, los mapas, los viajes, todo es fácil para los jóvenes. Recorren países sin prisa y revisan cada sitio como siempre soñaron para divulgar sus fotos y vídeos al instante desde cualquier lugar del mundo.

Cuando los hijos sueñan, quieren que todos esos sueños se cumplan. Estudian, trabajan, ahorran, luchan, viven.

Aunque ahora existen los llamados influenciadores, youtubers, quienes se llenan de dinero en un par de días, pero nada aprenden, saben. Crean contenidos y muchos revisan, leen, miran, comentan sus vídeos y gracias a ello, se convierten en ganadores. ¿Pero qué les reporta? Dinero., Sí, mucho dinero. ¿Es eso lo que se busca? En una sociedad de consumo sí.

Además, muchos medios de comunicación entrevistan, dan noticias, hablan, escriben sobre los influenciadores o youtubers como si fueran los dioses del momento y quienes deben llenar cuartillas en el periódico la revista u otros medios, porque tienen millones de seguidores.

A uno de ellos, lo entrevistaron y su respuesta me dejó atónito: “No voy a estudiar una profesión y luego me paguen bien mal”

“Un internauta le preguntó al influenciador sobre qué carrera universitaria realizó, a lo que este le respondió que, para él, era mejor emprender que dedicar varios años a estudiar algo que económicamente no sería rentable.

“No aconsejo que no estudien, pero la verdad mi pensar es que no me voy a matar en una profesión años para que este país no me la valore y luego me la pague bien mal, así que yo decidí siempre emprender por otro lado, con mi negocio, no sé”

Por si fuera poco, otro usuario le cuestionó su trabajo y le preguntó que como creador de contenido en qué ayuda a la humanidad. “Yo me levanto todos los días a brindar entretenimiento. Sí, es un trabajo, y si le parece que no lo es sálgase de su empresa y póngase a hacer videos y ya, se vuelve famoso así de rápido”.

“Qué clase de seguidores será los que tiene”; “Decir eso sabiendo que un poco de jóvenes lo están siguiendo, ahora no vamos a tener profesores, doctores, abogados, ni nada de las otras profesiones, porque ahora todos quieren ser como este personaje”; “Pero es que las personas no estudian solo por plata, no todo en la vida es eso”, “La ignorancia es tan atrevida. Tiene tanto que solo es dinero, pero inteligencia, conocimiento, educación, léxico…no llegan de la noche a la mañana”, han sido algunas de las reacciones”.

Como queremos que los jóvenes sean mejores, pensamos que los hijos merecen que sus sueños sean reales y no se conviertan solo en el dios dinero. Que vibren a cada momento y que lo que logren sea lo que siempre desearon. Por sus medios.

Por eso, cuando los hijos sueñan, que sueñen muy bien y que los triunfos los hagan mejores siempre.

Para los hijos:

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