Por Fernando Jaramillo Botero
El municipio de Trujillo lleva el nombre como homenaje al expresidente liberal Julián Trujillo (1878- 1880) en razón a que el poblado es fundado en 1.871 por colonos antioqueños que huían de los conflictos internos, posteriormente llegan excombatientes liberales de la guerra de los mil días que se aislaron de la confrontación y buscaron ubicarse en las montañas donde no les llegaba el conflicto, en este caso muchos antioqueños migraron por el flanco derecho de la cordillera occidental y fundaron pueblos lejos de la civilización para sobrevivir aislados de los ejércitos conservadores y sus opositores liberales. Limita con el departamento del Chocó y es una zona de alta pluviosidad lo que le permite una amplia biodiversidad y óptima para muchos cultivos, entre ellos el café que florece después de 1920 en razón al desarrollo de Europa y los Estado Unidos, a las guerras y a la reactivación comercial después de la segunda guerra mundial. Las ultimas décadas del siglo pasado fueron marcadas por conflictos entre guerrillas, narcotraficantes y paramilitares lo que hizo migrar a jóvenes y algunos más contribuyendo al estancamiento de sus pobladores calculado hoy en cerca de 20.000 habitantes.
El ferrocarril del Pacífico fue fundamental para el desarrollo de la caficultura ya que acercó a Buenaventura con el mundo y por allí sale más del 90 % del café exportado por el país hacia los innumerables consumidores que hoy se toman más de 100 millones de saco de café al año, de estos, Colombia aporta entre el 10 y 12 % aproximadamente. De la mano de la caficultura llegó el plátano, la caña y los cultivos de pan coger que por su rápido rendimiento se utilizaban para alimentar a la familia y a los trabajadores, frutales de tierra fría y arboles maderables también se cultivan en su territorio, los caficultores no cultivan hortalizas ni verduras y muy pocos las consumen, para ellos con la plata del café se compraba todo lo demás.
El rio Cauca, el rio Cáceres y otros de menor caudal irrigan su geografía permitiéndole siempre el verde del paisaje y la fertilidad de las tierras del Valle, en su parte baja se cultiva la caña de azúcar para procesos industriales como el azúcar, alcohol, energía eléctrica y confitería; pastos en la parte baja permiten la cría de ganado de ceba y levante y en la parte alta reciben el ganado lechero que ofrece una alta producción; cerdos, gallinas y pollos también se crían en menor escala.
En el área urbana se encuentra su arquitectura en bahareque con grandes casonas frescas y ventiladas por la brisa del páramo, un parque recreacional del programa que realizó un exgobernador valluno quien dotó de parque para las familias a los 42 municipios del Valle del Cauca, canchas deportivas y amplios escenarios permiten a los trujillenses hacer deporte y recreación sanamente y una pequeña parroquia de arquitectura gótica donde se destacan los colores de la inmaculada concepción de la Virgen María, el blanco y el azul.
Sus paisajes montañosos y senderos caminables son recorridos por turistas que aprovechando la disminución del conflicto armado salen a puebliar y a conocer sus raíces, ya que en las ciudades las afugias del día a día no dan tiempo para esas banalidades, Trujillo los espera para identificar los atributos de los pueblos del Paisaje Cultural Cafetero.
Noviembre de 2022