La ministra de Salud, Carolina Corcho, expuso la situación financiera del sector, en atención a los requerimientos del senado frente a la crisis de sostenibilidad de la red pública hospitalaria en Colombia y la reducción del presupuesto general para recursos de salud.
Dentro de las preocupaciones de la Comisión estuvieron: cargos a la Unidad de Pago por Capitación (UPC), acumulado de deudas por presupuestos máximos y aseguramiento.
La jefa de la cartera explicó cómo funcionan los mecanismos financieros del sector y cuáles son los problemas estructurales que ponen en riesgo la prestación del servicio. Asimismo, señaló lo que se viene adelantando para solventar la situación, con miras a una transformación del sistema.
"La UPC es un cálculo que se hace con respecto al comportamiento de las frecuencias de uso hacia el último trimestre. Tengan la certeza que el sistema no va a tener ninguna desfinanciación", indicó la ministra.
Recordó que el Ministerio de Salud emite un acto administrativo en diciembre por medio del cual se determina el cálculo de la UPC, y que el Estado es el real asegurador, por ser el que aporta la UPC bajo el principio de aseguramiento social.
Este último concepto es el mecanismo de financiación público, que se adoptó hace tres décadas y que "me parece que fue uno de los grandes avances del sistema y eso hay que mantenerlo. El aseguramiento social no está en cuestión aquí, lo que está en cuestión es de ahí, para allá, qué pasa; porque es ahí donde tenemos las dificultades".
Parte de esos inconvenientes, es que el cálculo se hace con el reporte que realizan las EPS, sin una auditoría que certifique que el servicio se prestó efectivamente.
Se hace un estudio de cobertura de valor, cuáles son los costos de esos procedimientos y cuáles son los registros que presentan. Ese cálculo de la UPC se hace con el periodo de experiencia del año pasado, se analiza en el año 2022 y se aplica al siguiente año.
Dentro de las preocupaciones expuestas por la minsalud, está el hecho de que la UPC no tiene unos ajustadores por región que permitan la equidad del sistema de salud.
"En territorios más dispersos son más costosas las atenciones de salud, porque es más costoso el transporte y es más costoso pagar un intensivista en el Guainía que en Bogotá; eso no lo tiene en cuenta la UPC. El sistema está diseñado para ser un barril sin fondo en donde se privilegia la enfermedad, el alto costo. Lo mejor que le puede pasar a una EAPB es que la gente esté enferma, porque factura más contra el Estado. Todo lo contrario, a un seguro privado".