Por: José Gustavo Hernández Castaño (*)
En un mar de contradicciones la reforma política pasó su primera vuelta. El M-19 quien fuera uno de los principales gestores del contenido de la constitución del 91, hoy en el congreso, el Pacto Histórico, es el principal impulsor del cambio, pero, del texto de la constitución de 1991.
Para pasar la primera vuelta, la motilada fue entre raspones y raspones para que fuera aceptada por los congresistas de los diversos partidos políticos con diversas posturas, entre posiciones de derecha y de izquierda. Así se llegó a un primer acuerdo, en una tremenda trasquilada, la que saldrá además afeitada, al final de los debates necesarios para su aprobación.
Una amenaza al equilibrio de poderes, lograron los clientelistas de nuevo y viejo cuño con la eliminación de las las incompatibilidades para pasar del Legislativo al Ejecutivo. Un verdadero salto con garrocha prepara el hoy presidente del Congreso Roy Barreras, pues ya anunció de manera publicitada su retiro del Senado. Su retiro no será a los cuarteles de invierno, sino a los placeres de la diplomacia aceitada para los especialistas en salto triple, del Congreso al Gobierno. Otros pasarán al disfrute de carteras con manejo amplio de burocracia, contratos y presupuesto oficial. No se trata de volver al clientelismo. No, se trata de aceitar para que funcione mejor, en el nuevo Gobierno, el del cambio. Ahora si se está entendiendo bien cómo es lo del cambio. Un legislativo debilitado en favor de un Ejecutivo y un Presidencialismo en alza.
Otro tema es el relacionado con el transfuguismo. Verdadero periodo de gracia para los tránsfugas cambiar de partido. Muchos son los veteranos en el Congreso en estos ardides. El campeón de todos, Roy Barreras, con varias medallas de oro en este deporte del artilugio. Será el trampolín que facilitará el paso de Congresistas, de un partido a otro partido, sin sonrojarse, como el camaleón cambiando de piel.
Las listas cerradas, como argumento para su defensa se esgrime el fortalecimiento de los partidos, evitando la atomización de los múltiples liderazgos que hoy se hacen presentes en las listas abiertas o con voto preferente. Vuelve el bolígrafo. Quien detente la representación legal del partido será quien con su poder dirá el orden de las listas en los cuerpos colegiados. Se hará sentir el poder avasallador del bolígrafo. Se fortalecerá el Centralismo y el autoritarismo político. Argumentos en su contra varios, el más sonado de todos: se garantiza la reelección de los actuales corporados, pues, desde ya, ostentarán el derecho a ser cabezas de lista y, en su orden, de acuerdo a la votación obtenida en las elecciones próximas pasadas. Un completo frenazo para los nuevos líderes que aspiraban en 2.023 contribuir al cambio.
A futuro los ciudadanos no votarán por el candidato de sus preferencias, sino por el partido. Una manera obligada de votar por partido y no por candidato.
No son fáciles los movimientos en el Congreso, para moverse en él se debe tener la sinuosidad serpentina de la que muchos son expertos y otros tantos de ella carecen. Roy Barreras como el reptil mayor, con maestría sabe moverse. Y como toro de casta ha sido toreado en varias plazas, esa es su experticia. Su gran virtud, el pragmatismo y el transfuguismo.
Post scriptum: este fin de semana nos volveremos a ver para reconocernos quienes fuimos bachilleres del colegio Rufino José Cuervo en el año 1975. Vamos a compartir un especial día, un día de reencuentro, de los muchachos que fuimos hace 47 años.
(*) Magister en Ciencias Políticas
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