¿Es posible la igualdad social?

13 enero 2023 1:47 pm

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He venido discutiendo con algunos amigos sobre la viabilidad o no de la igualdad social. Advierto que no me gusta mucho la expresión “justicia social” porque de inmediato me refutan con que esa es la que se deriva del capitalismo donde unos tienen demasiado más que otros porque han heredado riquezas, han explotado más el trabajo ajeno, han robado a otros o porque son mucho más creativos y saben competir. Para mí la igualdad social significa igualdad de oportunidades para todas las personas, sin discriminación de ninguna clase, garantía por parte del Estado de todos los Derechos Humanos, poniéndole límites a algunos de ellos. Los derechos humanos carecen de estratificación o clase social.

Mis contradictores argumentan lo que yo conozco como “igualitarismo social”, el cual sí es imposible porque el ADN de cada ser humano es diferente al de los demás, porque no todas las personas han tenido igualdad de oportunidades y porque la educación ha sido la que han querido los dueños del poder: memorística, clasista, religiosa, sin capacitar a los individuos para pensar por sí mismos, a criticar, a disentir, a crear.

Si la humanidad progresa de verdad tendrá que llegar a vivir en igualdad social, de lo contrario irá cada vez más hacia su rápida autodestrucción. Los valores nos salvarán, los antivalores nos destruirán. Es más necesaria y urgente la revolución intelectual que el mismo desarrollo económico. Solidaridad contra avaricia y egoísmo, Ecodesarrollo contra Desarrollismo, Freno al consumismo derrochador.

A propósito de la temática de este escrito ha llegado a mis manos un folleto o librito escrito por el abogado tolimense Medardo Bonilla Rubio titulado “Memorial de Agravios contra la clase dirigente de Colombia”, publicado en el año 2007 por Ediciones Akerena E.U. El mismo autor dice que esta obra nada tiene que ver con el Memorial de Agravios de Camilo Torres, hecho “para alabar la corona española y pedirle puestos burocráticos para la “nobleza” criolla”. Me alegraría saber que los lectores de este artículo hayan leído o leerán estas 80 páginas que recomiendo.

Vale la pena también informarnos sobre cómo vive la gente y cómo son sus respectivos poderes en otros lugares del planeta tierra: China, Japón, Suecia, Finlandia, USA, Cuba, España, etc., y compararlas con nuestro país y Latinoamérica. Seguramente tendrán que realizarse muchos cambios sociales y económicos para parecernos a Suecia o China. Habrá que educar a los padres de familia para que no se desborden en el número de hijos, que no maduren biches a sus menores de edad obligándolos a adoptar creencias religiosas o políticas sin que ellos las entiendan aún, las tasas de interés bancario deberán rebajarse hasta el mínimo posible, se necesita reducir a cero el desempleo sin desmejorar los salarios, aunque haya que disminuir la duración de la jornada laboral, educación y salud de la más alta calidad para toda la población, limitar la extensión de los predios a los terratenientes y proporcionarles tierra y tecnología a los agricultores que carezcan de ella, prohibir la exportación de capitales a los paraísos fiscales, cobrar impuestos a los más ricos, crear una escala salarial donde no exista un abismo entre los que ganan más y los de menores ingresos. Estos son apenas ejemplos de lo que hay que hacer para lograr la igualdad social.

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