Carlos Alberto Agudelo Arcila

ENTRE MIS PENSAMIENTOS y mi decir tiembla el mutismo de mi mundo interno.

NADA MÁS VULNERABLE al amor que el amor mismo.    

ABOMINABLE BUSCAR FAMA y encontrarla.

SE VUELVE PARTE de Dios el practicante del sexo sublime.

SER UN APÁTRIDA del polvo eres.

POR HABER SIDO gusano la mariposa no es menos bella.

EN LUNA LLENA la luz de las luciérnagas es otra luna llena.

NACIERON PARA MORIR aplastados por sombras de manos.

COMO ALGO SURREAL una flecha en vuelo regresa sin hacer daño a nadie. De esta manera debemos vivir el amor real.

AUNQUE ESTABA AL borde de la muerte casi me desternillo de la risa cuando el médico me dijo, de manera solemne y descarnada: “Usted tiene una lesión inflamatoria pulmonar en respuesta a la llegada de microorganismos a la vía aérea distal y al parénquima…”. Diagnostico con lenguaje de ultramundo. Enunciación laberíntica e innecesaria para nombrar una neumonía bacteriana.

ABOLIRLE  LA AMBICIÓN comercial al pensar literario. 

ESCRIBIR ES UN compromiso existencial con uno mismo. 

EL SUREALISMO EXTRAE el verde del arte que crepita mundos ortodoxos.

CUANDO LA BALANZA de nuestra vida se inclina a favor del amor valió la pena haber nacido.

EL ODIO ES otra materia prima de la estupidez humana.

AMAR SIN IMPORTAR el día del olvido.

POR SENCILLO QUE sea el estilo literario de por sí posee su  glamour idiomático. 

SIEMPRE HABRÁ TEMA si deseamos escribir. Basta con observar la basura del entorno o el impacto social de una sobra en la boca del indigente o la silueta solitaria calle arriba o… luego extraerle al paisaje su lenguaje explícito y copiarlo con urgencia.

UNOS SUEÑAN CON una cometa en el aire. Otros sueñan con un balón dentro de las redes. Algunos sueñan con el reino de los cielos. Yo por mi parte sueño con la palabra más allá del viento, del gol, del azul metafísico, de la palabra misma.     

SI ENTRE OCHO mil millones de habitantes en el planeta tierra no encuentra un auténtico amigo, algo grave funciona en su comportamiento cotidiano, tal vez nunca haber madurado la capacidad de ser amigo.