Actitudes de los marchistas del 15 y el 22

7 febrero 2023 7:06 pm

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Libardo García Gallego

Los marchistas a favor y en contra de los proyectos de Reforma a la salud, al trabajo y al régimen pensional lo harán impulsados por sus concepciones propias o prestadas sobre los cambios que se proyectan en estas tres áreas.

Unos consideran que el Estado no puede ser un papá dadivoso y que la economía mundial debe seguir funcionando dentro del capitalismo, favoreciendo siempre a los empresarios, creadores de las riquezas. Por esa razón gustan del neoliberalismo, de la privatización de todos los servicios y odian el concepto de derechos humanos, considerados como un embeleco populista que no debe tenerse en cuenta. Son partidarios de la conservación de la Ley 100 de 1993 y de las EPS, tal como operan hoy, cuyos propietarios deben gruesas sumas a las Instituciones prestadoras de los servicios (clínicas, hospitales, centros de salud) y han invertido enormes capitales en empresas en las cuales se han enriquecido a costillas del pueblo colombiano, especialmente de los estratos inferiores. Son enemigos de la salud gratuita para los más pobres, así como de la educación gratuita. Están a favor de las multinacionales farmacéuticas, de esas que no fabrican genéricos sino drogas carísimas aunque sean los mismos ingredientes de aquéllos, y que todos los medicamentos deben ser pagados por los usuarios, no con copagos.

En relación con la reforma laboral, estos que piensan así acerca de la salud tampoco están de acuerdo con los cambios a la Ley 50, mucho menos con devolverles derechos arrebatados a los trabajadores: ¿Cómo que vamos a volver a la jornada nocturna después de las 6 p.m., cómo que van a derogar los contratos de trabajo temporales: por horas, por días o por meses y que hay que regresar al empleo fijo y pagar esas prestaciones onerosas para el empleador?

Acerca de las pensiones, los del mismo grupo comparten las palabras de la gerente del Fondo Monetario Internacional, Cristine Lergarde, quien afirma que los ancianos estamos durando demasiado, que hay que matarnos porque si no se le pone freno a esta tendencia va a colapsar muy pronto la economía capitalista; agregan que como la esperanza de vida ha aumentado tanto en las últimas décadas, es necesario alargar la edad de jubilación siquiera hasta los 70 años. Tampoco permiten acabar con los Fondos de Pensiones, una importante fuente de altos ingresos para los grandes capitalistas. No les gusta mucho que las pensiones se liquiden con más de dos o tres salarios mínimos, excepto para los altos poderes y funcionarios del Estado.

Los otros, quienes nos oponemos a todas estas ideas absurdas, marcharemos en apoyo a los Proyectos del Gobierno del cambio, claro, aceptando algunas reformas racionales en busca de mayor igualdad social y una transición paulatina hacia un nuevo modelo socioeconómico creado por una democracia participativa.

En cuanto a los demás proyectos en proceso de debate, como la Reforma Agraria Integral, la paz total con participación de todos los sectores implicados en la guerra, la suspensión definitiva del fracking y la extracción de gas, cómo enfrentar el cambio climático, etc., los trataremos en una próxima entrega.

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