Por: Carlos Collazos Fajardo
Con ocasión de la consulta de opinión que por estos días del mes de marzo se desarrolla en la Universidad del Quindío, que por cierto, es una institución pública y por antonomasia, propende por mantener principios constitucionales básicos, tales como: el respecto, la democracia y la paz, entre otros; no falta el docente de planta agresor que ingrese a las aulas y por su investidura, se abrogue el derecho de difamar y vilipendiar la honra y capacidades del candidato contradictor al de su preferencia; quizás por temor a que sus actuaciones académico administrativas en algún consejo académico se puedan evidenciar cuando se elija a un nuevo director para regir los destinos del programa académico en la Alma Mater y entonces, sin ningún empacho arremete conta el candidato contradictor sin la gallardía de citarlo en ágora o al menos en auditorio del claustro universitario para que esta víctima, argumente y contradiga los exabruptos y vejámenes a los cuales se le somete y además pueda aclarar los hechos por los cuales este docente de planta prepotente y orgulloso induce a sus estudiantes para que por ningún motivo tengan como opción de voto a tal belcebú so pena del acabose del programa académico y por ende un mal augurio para su nota definitiva.
¿Es este el modelo de respeto, amor y felicidad que se debe desarrollar en un programa académico que forma a los nuevos profesores de niños y niñas para las próximas generaciones en Colombia? ¿Es un profesor como este un referente y modelo de conducta para los estudiantes que está ayudando a “formar” como futuros profesores de educación infantil? ¿Realmente el alma mater, reacreditada en alta calidad si cumple con sus principios democráticos y de respeto por el libre ejercicio del sufragio al interior de la Institución, al ser tolerante y no sancionar como corresponde a este tipo de “docente” por el solo hecho haber sido nombrado como docente de planta”. “Acaso el docente de planta de una universidad pública le cobija una investidura que ante la ley no pueda ser sancionado por sus perversas actuaciones? Dejo estas inquietudes para la opinión pública y los entes de control a quien se debe la Universidad del Quindío y quienes son los responsables de realizar veeduría permanente a las actuaciones de los servidores públicos y máxime en estas altas esferas de educación.
Así las cosas, con toda humildad, pero con mucha firmeza, se hace necesario repensar el modelo pedagógico y didáctico que se desarrolla en la Facultad de Ciencias de la Educación para formar a los docentes del programa de Licenciatura en Educación Infantil y poder virar a tiempo el catamarán del conocimiento que pueda llevar a buen puerto a los futuros docentes de la población infantil para Colombia y el mundo.
Por lo anterior, considero que desarrollar un modelo de enseñanza fundamentado en tres pilares, el respeto, el amor y la felicidad y acompañado de prácticas pedagógicas para los nuevos escenarios educativos infantiles, es el camino. Es necesario que los estudiantes universitarios de esta licenciatura encuentren en sus profesores un ejemplo de profesional, de humanista, de ser resiliente ante las adversidades del mundo educativo. Es necesario que se le enseñe con el ejemplo a amar su profesión, su labor, a sonreír, a jugar, a bailar y a ser feliz para irradiar felicidad a los demás.
Si bien es cierto, que la gran mayoría de docentes de este programa, cumplen con el estándar planteado y algunos lo superan, es necesario que quienes no estén en esta misma frecuencia del respeto, el amor y la felicidad, aprendan a desaprender y como decía un buen amigo “enseñen desde los afectos” (Espinoza. A. 2015).
Y a quien elijan los estudiantes como su nuevo director, debe ser una persona que escuche a los estudiantes del programa y gestione sus necesidades de manera oportuna, sin dilaciones. Que tenga el dinamismo para establecer convenios con otros estamentos universitarios como la biblioteca infantil que por mas de 20 años ha sido icono de pedagogía infantil basado en la lectura y el amor para hijos de estudiantes, docentes administrativos y comunidades del Quindío. Con la UFM estéreo, emisora universitaria de Uniquindio para crear espacios de difusión y capacitación en el área a través del medio radial.
Y sobre todo, es fundamental que esos 366 estudiantes que pagan una matrícula y tienen vocación para ser docentes de educación infantil, puedan ser respetados, escuchados y permitirles que libremente y sin ninguna presión puedan ejercer su derecho al voto y escoger al director de su preferencia, aquel que tenga una propuesta seria, aquel que demuestre tener publicaciones, libros, artículos y formación académica, desde la misma facultad de Ciencias de la Educación. Que puedan escoger a una persona respetuosa de sus decisiones y que les enseñen que el Amor y la Felicidad no caminan con la mezquindad ni con la injusticia.
En suma, señores y señoras estudiantes del programa de Licenciatura en Educación Infantil de la Universidad del Quindío, el próximo 27 de marzo salgan a votar al Coliseo de la Institución, no por el candidato del mismo género, no por miedo ni por continuismo, sino por aquel que con su propuesta les pueda evidenciar amor y felicidad porque con estos dones serán docentes de lujo para la población infantil y ellos serán generaciones alejadas de la violencia y cercanos a la paz, el amor pero de alguna manera mas felices que quien tiene de denigrar del otro para poder sostenerse.
Que sean felices y disfruten su universidad como espacio de amor y felicidad.