Por Fernando Jaramillo Botero
El departamento del Valle del Cauca tiene 42 municipios distribuidos en zonas muy diferentes, pero Buenaventura en particular sobresale y se destaca por su importancia estratégica con el puerto sobre el mar Pacifico, su gran zona montañosa y la oferta turística que cada vez se posiciona más en el gusto de los vallecaucanos y en los habitantes del occidente colombiano.
Fundado en 1540 por Juan de Ladrilleros en la isla de Cascajal logra su inusitado crecimiento y desarrollo con la construcción del ferrocarril del Pacífico a fines del siglo XIX que comunica al puerto con el mundo para exportar el café del eje cafetero y recibir las importaciones de granos, cereales, maquinaria y gran cantidad de mercancías que logran llegar en barcos que le dan la vuelta al mundo con la apertura del canal de Panamá en 1914 y la globalización de la economía producto del desarrollo de Europa y los Estados Unidos de América a principios del siglo XX; hoy operan en el puerto la Sociedad Portuaria de Buenaventura, la Terminal de Contenedores TCBuen, el terminal logístico TLBuen y el puerto Agua Dulce quienes gracias a su desarrollo y tecnología ofrecen gran eficiencia en el proceso de cargue y descargue de diferentes productos del mercado internacional.
La oferta turística cada vez es mayor y las playas ofrecen diferentes alternativas de senderos, manglares, deportes náuticos, comunidades indígenas (etnoturismo), Parques Nacionales Naturales y playas como Islalba, la Bocana, Piangüita, Piangua Grande, Magüipi, Juanchaco, Ladrilleros, Juan de Dios, Playa Dorada, La Barra y otras más ofertan buen servicio de alojamiento y alimentación destacándose que la gastronomía del Pacífico es muy particular y exquisita. El producto turístico más interesante es el avistamiento de ballenas jorobadas o Yubartas que llegan del sur a partir de julio y regresan a la Antártida a mediados de octubre, esta migración de grandes mamíferos acuáticos se debe a que ellas viajan al trópico cuando llega el invierno en el polo sur y regresan al cambio de estación para recibir la primavera, es de anotar que en su largo viaje algunas se aparean y otras dan a luz a sus ballenatos, estos grandes mamíferos cetáceos no se quedan a vivir en este paraíso porque ellas se alimentan de los bancos de krill que solo lo consiguen en el sur, en su estadía en el trópico no se alimentan y algunas llegan a bajar hasta 10 toneladas de peso, adicionalmente si están recién paridas deben alimentar a sus ballenatos con leche y grasa.
Los licores tradicionales destilados en alambiques clandestinos tienen gran aceptación entre nativos y visitantes, entre otros se destacan el viche, la crema de viche, el rompe colchones, el tumba catres, el siete balazos, el arrechón y otros de nombres folclóricos elaborados con alcohol destilado de la caña de azúcar; el más popular y ya patentado es el arrechón que además del viche se le agrega kola granulada, miel de abejas, maní, leche condensada, nuez moscada, vino Sansón y algunos atribuyen su poder afrodisiaco al viril de tortuga pulverizado que los lugareños le adicionan, otros compuestos llevan borojó, chontaduro y algunas especies tradicionales en la gastronomía del Pacífico.
Es uno de los municipios más extensos del país con 6.078 kms2 y un alto porcentaje de zona selvática que unido a su alta pluviosidad con más de 7.000 mm de lluvia al año ofrece un ecosistema ideal para fauna y flora; la ciudad de Buenaventura es Distrito Especial, Industrial, Portuario, Biodiverso y Ecoturístico además es una isla unida al continente por el puente del Piñal y sus grandes atractivos ya mencionados no son islas, son playas costeras en la zona norte.
Otro atractivo de Buenaventura es la reserva de San Cipriano y los bañaderos o charcos en ríos como la Delfina, Los Tubos y otros que acogen a los vallecaucanos todos los fines de semana, a algunos de ellos se llega en las típicas “Brujitas” que son un transporte artesanal movido por una motocicleta sobre las olvidadas carrileras del tren del Pacífico. El aeropuerto Gerardo Tobar ofrece un pésimo servicio y es subutilizado tanto por el transporte de pasajeros como por el servicio de carga, me atrevo a decir que muchos de mis lectores no sabían que en Buenaventura hay aeropuerto.
La universidad del Quindio hace presencia en Buenaventura desde 1984 con varios programas bajo la modalidad abierta y a distancia y muchos de sus profesionales hoy desempeñan cargos en diferentes empresas e instituciones locales; de hecho, muchos bonaverenses se han formado en Armenia en varias universidades locales mostrando que el eje cafetero y Buenaventura tienen gran afinidad por más de cien años.
Marzo de 2023