Rogelio Guevara Villamil
Colombia ha tenido 61 presidentes desde 1819 hasta la fecha; de todos esos, sólo 6 fueron independientes, es decir, sin apoyo de partidos políticos. En 1848 se constituyó el liberalismo como partido y un año más tarde el conservador; A partir de ahí han gobernado el país por períodos de cuatro años (hasta que se le modificó un articulito a la constitución), y hubo dos presidentes que fueron reelegidos.
Durante todos esos años de vida republicana hasta entrado el siglo veinte ondearon sus banderas roja y azul para gobernar el país, pero esa hegemonía de colores entró en decadencia y empezaron a surgir “partidos” derivados de esas mismas raíces que se constituyeron en nuevas fuerzas políticas; aquí cobra vigencia un dicho popular: los mismos con las mismas, y como el nuestro es un país que se deja manipular con facilidad, pues han logrado la presidencia de la república; cuando digo manipulación hay que decir que ésta se logra a través de los grandes medios de comunicación que en cierto modo manejan las masas y hasta desinforman para llevar, cual mansas ovejas, hasta las urnas al votante completamente “formateado”. Vale la pena aclarar que hasta 2022 todos los presidentes colombianos habían sido de derecha.
Y después de dos intentos (dicen que la tercera es la vencida), contra todos los pronósticos de la clase dominante, ganó un candidato de izquierda: GUSTAVO PETRO URREGO asumió la primera magistratura el 7 de agosto de 2022 y anunció el gobierno del cambio, pero como era de esperarse los huérfanos del poder, los enemigos de la paz salieron a ponerle zancadilla a los anuncios sobre reformas de las cuales la tributaria era la más urgente. Para nadie es un secreto que el sistema de salud no es deficiente, es malo; o si no que los digan las acciones de tutela que diariamente tienen que interponer los usuarios; las EPS quebraron los hospitales, por eso la ministra de salud dijo que era necesaria una reforma y sin conocerla, los viudos del poder pusieron el grito en el cielo; noticieros de televisión patrocinados por una EPS se dedicaron a presentar encuestas amañadas en las que decían que más del 70% defendía el actual sistema.
La otra reforma que ha levantado roncha es la laboral que trata de devolverle la dignidad al trabajador; se busca acabar con esa forma perversa de contratación: OPS (orden de prestación de servicios), la tercerización manera infame de explotación, recuperar las horas extras, el recargo nocturno, los dominicales y festivos, pero los gremios, los empresarios, Fenalco salen a decir que es un atentado contra la generación de empleo que si esta reforma pasa en el congreso el país se verá abocado a una crisis sin precedentes. Pregunto: ¿no es esto generar pánico? Lo cierto es que los trabajadores colombianos tenían todos esos derechos hasta diciembre de 2002 cuando la ley 789 “por medio de la cual se dictan normas para apoyar el empleo y mejorar la protección social”- ¡qué ironía!- los quitó de un tajo.
Es tal el cinismo del personaje de marras que ahora dice estar al lado de los trabajadores, pero en la otra orilla de la reforma. Lo cierto es que el presidente sabía a lo que se iba a enfrentar, fiscalía y procuraduría con encargos pendientes y poderosos medios de comunicación, amén de un congreso ávido de mermelada. Después hablaremos de la pensional y de los focos de corrupción encontrados por funcionarios de este gobierno.
ROGELIO GUEVARA VILLAMIL Armenia, marzo 27 de 2023.