Sandra Bibiana Aristizábal Saleg
Los atractivos de nuestro departamento como destino, hacen que en la Semana Santa se triplique el número de visitantes a poblaciones como Salento y Filandia. El primero de ellos tiene 9 mil habitantes; Filandia tiene 13 mil; pero solo en esta temporada, los dos municipios pueden recibir cerca de 70 mil turistas.
Sin embargo, para la Semana Mayor de 2023, por cuenta del invierno y de otros factores, ambas localidades advierten una situación particularmente compleja: la posibilidad de desabastecimiento de agua durante los días de vacaciones, precisamente por el aumento en el número de personas que arribarán.
Las administraciones municipales han solicitado previamente planes de contingencia. En Filandia ya contemplan cortes programados y carrrotanques para garantizar el líquido a la población y los turistas; y en Salento, se convocaron con anterioridad, mesas de trabajo para analizar con autoridades como la Personería, la Policía Nacional, el Concejo Municipal y la Unidad Departamental para la Gestión del Riesgo de Desastres (UDEGERD), una forma articulada de trabajo, no solo para atender la temporada, sino buscando conservar el recurso hídrico del departamento.
Desde hace mucho tiempo se padecen estas incomodidades, y tanto los pobladores quindianos, como los turistas, no pueden seguir viviendo este viacrucis. Tenemos que superar que año tras año la discusión sobre la problemática del agua esté nuevamente en la agenda pública nacional, y pasemos la temporada sin encontrar soluciones reales en el departamento.
Urgen las obras para no generar interrupciones en el suministro a causa de los derrumbes por la temporada invernal, además de los estudios detallados para determinar la capacidad de carga turística que tiene el Valle del Cocora, pues su ecosistema regula el agua de gran número de habitantes del Quindío.
Precisamente, como ponente del Plan de Desarrollo radiqué una proposición para que se establezca la financiación de acueductos y plantas de tratamiento de aguas residuales como pilares del ordenamiento del territorio alrededor del agua.
Se busca a través del Ministerio de Vivienda, Ciudad y Territorio, la cofinanciación de obras de acueductos urbanos y rurales, así como plantas de tratamiento de aguas residuales en ciudades capitales y municipios, hasta en un 70% en territorios donde esté demostrada la necesidad de las mismas.
Que no sólo se atiendan sus habitantes, sino para que existan proyectos de cobertura regional que apoyen el desarrollo económico e incidan positivamente en captar turismo, generar empleo, divisas y fortalecer las economías regionales.
Para el caso concreto del Quindío, en el campo de los acueductos rurales y de pequeños municipios, registramos un total de 39, que actualmente están en mal estado y que en otras épocas contaban con el respaldo del Comité de Cafeteros.
Para ser competitivos en el turismo debemos tener una excelente red de acueductos interveredales que garantice agua potable en todos los rincones del territorio, por lo que se requieren estos recursos para financiación.
Esperamos que el Gobierno Nacional se convierta en un socio estratégico aportando el 70% del valor del mismo y facilitando con transferencias o con créditos, mirando hacia territorios como el nuestro, donde se desarrollan la mayoría de las actividades turísticas y donde el mantenimiento de las fuentes hídricas depende la preservación del Paisaje Cultural Cafetero Colombiano, en cuya protección debe existir un compromiso nacional.
