Dinámica Inercial y visión estratégica de futuro: El caso de Armenia – PARTE I

24 abril 2023 10:12 pm

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Carlos Alberto Garzón Espinel

La dinámica inercial es un concepto que se refiere a la tendencia de un sistema a seguir moviéndose en la misma dirección en la que estaba en movimiento anteriormente, debido a la inercia que se opone al cambio. Aplicado al ordenamiento territorial, se puede entender como la tendencia de las regiones o ciudades a seguir desarrollándose en la misma dirección que han venido haciendo, sin tomar en cuenta las nuevas oportunidades o sin hacer los cambios necesarios o proyectados.

Esto significa que, si no se toman medidas para cambiar el rumbo actual de desarrollo, es probable que se mantengan los mismos patrones de crecimiento y se pierdan oportunidades de mejora. Por tanto, es importante tener en cuenta la dinámica inercial al diseñar políticas de ordenamiento territorial, con el fin de impulsar el cambio hacia un modelo más sostenible, inclusivo y resiliente.

¿Cuáles son estos patrones de crecimiento y cómo se pueden aplicar a una ciudad en concreto como es el caso de Armenia (Quindío-Colombia)?

Los patrones de crecimiento se refieren a las formas en que las ciudades se desarrollan y crecen a lo largo del tiempo. Estos patrones pueden ser expansivos, compactos o mixtos, y cada uno tiene diferentes implicaciones para la planificación urbana y el ordenamiento territorial.

En el caso de Armenia, una ciudad colombiana, se puede analizar su patrón de crecimiento para comprender mejor cómo se ha desarrollado y cómo podría evolucionar en el futuro. Históricamente, Armenia ha tenido un patrón de crecimiento expansivo, con un fuerte desarrollo hacia la periferia y la expansión de la “mancha de aceite” urbana. Esto ha llevado a problemas como la fragmentación del territorio (barrios del sur, condominios y otros usos en suelo rural), la falta de conectividad y accesibilidad en algunas zonas, y una mayor dependencia del automóvil y la motocicleta, que a su vez han alterado la calidad del espacio público en los barrios y en consecuencia, mucho de la convivencia y la calidad de vida en estas zonas de la ciudad.

Para contrarrestar estos efectos, se podría trabajar en una planificación urbana más orientada hacia un patrón de crecimiento compacto o mixto, que promueva la densificación racional, integral y proyectada, creando sinergias con las fuerzas del mercado, no una densificación especulativa o a la deriva, y la diversidad de usos hacia y en el centro de la ciudad, al mismo tiempo que se mejora la conectividad y el transporte público, aprovechando espacios como el antiguo trazado férreo para un transporte colectivo eléctrico y con cobertura longitudinal para la ciudad (Norte-sur) y quizá un teleférico con un carácter metropolitano que integre a Calarcá y Armenia, con un trazado que ofrezca cobertura transversal (Este-Oeste).

Esto podría lograrse mediante políticas de incentivos para la construcción de vivienda en zonas de media y alta densidad y cercanas a estos sistemas de transporte público (siempre que se compense con la liberación de espacios públicos efectivos y equipamientos que cualifiquen la ciudad, así como la promoción de proyectos de renovación y revitalización urbana en diferentes espacios de la ciudad.

Además, es importante tener en cuenta las características específicas de Armenia, como su geografía de microcuencas, demografía y economía, para poder diseñar estrategias de ordenamiento territorial que se adapten a su realidad de forma dinámica. También se pueden utilizar herramientas como la prospectiva estratégica y el escenario planning para anticipar posibles futuros y diseñar estrategias más eficaces y sostenibles a largo plazo.  Estas pueden ser herramientas valiosas para los ciudadanos, ya que les ayudan a entender mejor los posibles futuros (personales y colectivos), fomentan la participación ciudadana, identifican prioridades y contribuyen a una cultura de planificación a largo plazo, en últimas, a una cultura ciudadana integral y transformadora.

¿Y qué tal si la construcción de visiones de futuro fueran parte del pénsum académico en colegios y universidades?

“..los niños deberían reflexionar sobre el futuro de la misma manera que estudian historia, porque, al fin y al cabo, es donde van a pasar el resto de sus vidas (como diría Woody Allen).

 

CONTINUARÁ..

 

Carlos Alberto Garzón Espinel

Arquitecto Urbanista y Project Manager

Director LOCI LAB

[email protected]

 

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