Las sirenas del Cuerpo de Bomberos de Calarcá sonaron en la tarde de este martes, desde el templo parroquial San José, despidiendo a su más antiguo militante, el capitan Carlos Antonio Pineda Ocampo.
Durante 67 años perteneció a la institución. Repartió su vida entre los bomberos, su servicio como acólito de la iglesia católica en Calarcá y como músico, empírico del acordeón, pero acompasado y rítmico en su interpretación.
Su muerte, a los 96 años, causó dolor entre la familia del Cuerpo de Bomberos de Calarcá, que lo vieron ‘toda la vida’ vestido para servir. También mucho dolor entre sus familiares, que incluyen nietos y bisnietos. Y en la parroquia San José, donde no solo fue acólito, sino también corista.
Más de un centenar de personas acompañó su cuerpo en la ceremonia religiosa en el templo San José, como también el desfile que llevó sus restos hasta el cementerio local. Se apagó la llama del más antiguo bombero de Calarcá.