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Obituario  |  01 febrero de 2019  |  03:31 PM |  Escrito por: Edición web

Murió el profesor y filósofo Álvaro Molina

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A la edad de 68 años murió la mañana de este viernes el profesor y filósofo Álvaro Antonio Molina Camejo, en la clínica del Café adonde había sido trasladado la noche anterior.

Jubilado del magisterio, Álvaro Molina se desempeñó como educador en los colegios San José de los Hermanos Maristas, el Inem José Celestino Mutis, Ciudadela de Occidente, Universidad del Quindío entre otros claustros educativos en donde se convirtió en uno de los maestros más respetados y apreciados por la comunidad estudiantil y docente.

El también educador Raúl Tobón Tamayo quien fuera rector del colegio San José y uno de sus más allegados amigos, escribió la siguiente semblanza del filósofo Molina Camejo.

Filosofía

El profesor Álvaro Antonio María Molina Camejo nació en la ciudad de Pamplona, Norte de Santander, el 15 de julio de 1950, en el hogar conformado por un emprendedor antioqueño y una matrona norsantandereana. Cuando la familia trasladó su residencia a la ciudad de Medellín comenzó sus estudios de primaria y secundaria en el colegio San Ignacio, en donde se graduó como bachiller. Ingresó luego a la comunidad de los Padres Carmelitas en donde hizo el noviciado y cursó estudios de filosofía en la Universidad San Buenaventura de Bogotá.

En Armenia

Un tiempo después de su retiro de la comunidad de los Carmelitas y luego de haber establecido su residencia en la ciudad de Armenia, contrajo matrimonio con Delia Arboleda y unos meses después, en febrero de 1974, comenzó su largo recorrido en el colegio San José de los Hermanos Maristas: primero como profesor de filosofía y educación religiosa y luego como coordinador académico hasta el final de 1998 cuando fue nombrado como primer rector laico de la institución.

Terremoto

El 25 de enero de 1999, cuando iniciaba su período al frente del San José aconteció el terremoto que deterioró de manera significativa las instalaciones del colegio, tanto que la comunidad Marista estuvo a punto de cerrar la institución; sin embargo, la tesonera labor de Álvaro y el empero que puso para la recuperación de las instalaciones del Colegio, el San José salió avante de esta penosa prueba. A partir del año 2000 volvió a su cargo de coordinador académico que desempeñó cuatro o cinco años más, cuando se retiró para continuar dedicándose a su labor como profesor en el sector oficial y como catedrático en varias universidades como la del Quindío, la Antonio Nariño, la Santo Tomás… Cuando llegó el momento de su pensión hace tres años, se dedicó de tiempo completo a la dirección de la Corporación Colombianos con Cuba, ColCuba.

Derechos humanos

Además de su licenciatura en Filosofía, el profesor Álvaro Antonio cursó una maestría en filosofía latinoamericana con la Universidad Santo Tomás, una especialización en educación en derechos humanos en la misma Santo Tomás y varios cursos de teología latinoamericana en el Departamento Ecuménico Internacional de San José de Costa Rica, en donde fue alumno aventajado del teólogo alemán Franz Hinkelammert. En sus últimos años, su permanente inquietud intelectual lo condujo a hacer un doctorado en teología con una universidad norteamericana.

Causas populares

Pero tal vez lo más significativo del recorrido existencial del profesor Álvaro Antonio fue su indeclinable compromiso con las causas populares, que lo condujo a ser uno de los socios fundadores de la Cooperativa Popular del Barrio los Quindos, y coordinador en Armenia durante largos años del grupo de Equipos Docentes de América Latina –EDAL-, agrupación fundada en Francia, en plena Segunda Guerra Mundial, por el padre Michel Ducleq para dedicarse a la educación cristiana de los sectores populares.

Amor a los pobres

En la mañana de hoy 1 de febrero, a las 6:30 a.m., el profesor Álvaro ha finalizado su paso por la vida. Tal vez uno de los mejores homenajes a su memoria lo expresó esta misma mañana uno de sus compañeros maestros: “Álvaro siempre nos inculcó el amor por los pobres”.  

Su velación se cumple en la sala de la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús de Armenia y sus exequias están programas para este sábado a partir de las 11:00 de la mañana.

El Quindiano extiende su voz de condolencia a sus familiares y amigos y a la comunidad educativa en general de Armenia y el departamento del Quindío que tuvo el privilegio de compartir el conocimiento y el fino e inolvidable humor que caracterizaban a Álvaro Molina.

Paz en su tumba.

 

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