Fabiola, Yoly, Sonia, Cielo y Yolanda son los nombres de los cinco restaurantes que estaban ubicados en la antigua galería de Pijao y que hoy soportan una larga espera para su reubicación en el llamado Recinto Gastronómico Artesanal y Experimental del Municipio de Pijao, obra proyectada en esa plaza de mercado, paralizada en la actualidad sin razón alguna de acuerdo con las denuncias de las propietarias de los restaurantes.
Cambuches
Para la construcción de la obra no se tuvo en cuenta la reubicación de los restaurantes mientras esta se llevará a cabo, solo dos meses después del inicio a las propietarias se les implementó unos cambuches a orillas del río Lejos para que allí ejercieran su labor comercial, actividad que han desarrollado desde hace más de 40 años en la citada galería, la que tuvieron que desocupar para darle paso a la nueva construcción. “Dos meses perdidos en los que nadie nos respondió, padecimos con nuestras familias porque no teníamos con que sobrevivir”, asegura una de las propietarias.
Más de un año
Denuncian que la obra proyectada para 8 meses en su entrega, “lleva más de un año y trabajan a medias, hace tres semanas que no hay trabajadores que no pegan un ladrillo y nosotras aquí en estos cambuches sin servicios sanitarios y con muchas incomodidades para atender a nuestra clientela y a los pocos turistas que por aquí se acercan”. Paradójicamente en la nomenclatura de la carrera 3 con calle en donde está ubicado El Recinto Gastronómico Artesanal y Experimental, así como en todas las placas colocadas en los sitios estratégicos del centro de la localidad reza: “Para que el desarrollo de Pijao no se detenga”
Más de 1600 millones de pesos
La construcción del Recinto Gastronómico Artesanal y Experimental del Municipio de Pijao tenía un plazo de ejecución de 8 meses. La obra está a cargo del Consorcio Construcciones BCS SIIMA y la interventoría del Consorcio Infra Quindío. El contrato de la obra en la que intervienen la Gobernación del Quindío, la alcaldía de Pijao y Fontur Colombia es de $1.692.231.267 pesos y la interventoría de $85.908.982.
Ubicada en la margen derecha del río Lejos la obra contempla además del Recinto, una plazoleta en madera que más que una obra denota abandono, un sitio que lo afea la maleza y la carpa de colores desteñidos de un viejo circo.