James Padilla Mottoa
Ya nos hemos quitado, poco a poco, la preocupación por los escenarios, los cuales podrán estar listos para la inauguración aquí en Armenia de los Juegos Nacionales. Lanzamiento ruidoso de las justas en Bogotá y reuniones de alianza en la región para asegurar una feliz realización de este inmenso compromiso que adquirieron Armenia y el Quindío.
Todo lo anterior está muy bien, con cuidadoso cubrimiento de la prensa quindiana, pero pasada la angustia por el cemento, quisiéramos saber cómo vamos con la parte más importante: la que tiene que ver con la materia prima del certamen, o sea, lo referente a la preparación de nuestros deportistas y lo que la autoridad departamental ha venido gestionando y aportando para asegurar una digna presentación de los nuestros en las competencias de las distintas disciplinas deportivas.
He buscado noticias oficiales sobre el particular y sólo he hallado algunos datos sobre la participación de nuestros atletas en algunos certámenes nacionales que podrían considerarse como preparatorios para los Juegos. Pero distinto a otras ocasiones, no he encontrado un cuadro con nombres, disciplinas, marcas y posibilidades de medallas para el departamento del Quindío.
Y debemos tener en cuenta que el tiempo corre más de prisa cada día y que el comienzo del gran certamen nacional prácticamente está encima. De verdad los tiempos han cambiado y también las formas periodísticas. Eso hay que aceptarlo. Sin embargo, la esencia del oficio no puede cambiarse caprichosamente porque la razón de ser es el oyente, lector, televidente o cualquiera que tenga hoy en día un adminículo llamado celular y que permanentemente esté buscando la mayor y más precisa información sobre los hechos notables del diario acontecer.
Notables son los Juegos Nacionales en los que se disputa el prestigio deportivo de todas las regiones del país. En la contienda pasada los resultados para el Quindío no pudieron ser más pobres y vergonzosos. De manera que ahora, con varias disciplinas a disputarse en casa, tendríamos la posibilidad de ganar un poco más para decir que estamos progresando, aunque el caudal de referencia sea el más raquítico de muchos cuatrienios.
Deporte por deporte, ¿quiénes son los que nos van a representar y qué clase de preparación han tenido? Ese registro aún no es de conocimiento general. No sabemos nombres ni marcas para acercarnos a un estimativo que se acostumbraba hasta hace poco tiempo. ¿Qué será lo que pasa? ¿Acaso existe el temor a volverse a equivocar en la promesa, como en la ocasión anterior?
Tenemos el deber profesional de tener a disposición del público toda la información respectiva. Las reuniones preparatorias, los avances en las obras y todos los actos sociales que se cubren en la preparación de los Juegos son de gran importancia, pero no olvidemos que el más importante es el deportista que se constituye en el actor principal de la fiesta.
Los vecinos, corresponsables en la organización del gran certamen, están hace rato por encima de nosotros. ¿No será que podemos arañarles algo para achicar la diferencia? O ¿ellos aprovecharían mejor la oportunidad de ser locales para acabarnos de hundir? Todas esas cositas nos las tienen que contar, muchachos…