Última “palabra” y “café y letras”

9 octubre 2023 11:10 pm

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Manuel Gómez Sabogal

Cuando a un marido le preguntan ¿Quién tiene la última palabra en casa?, él, candorosamente contesta: yo. Es decir, mi última palabra es: “sí, señora”

Por ello, cuando el 18 de diciembre de 2007, se publicó PALABRA”, revista cultural literaria en la Universidad La Gran Colombia, preferí guardar mi escrito para otra ocasión. No quería que los lectores preguntasen, ahora, qué pasa con PALABRA” que no aparece. 

No puedo pasar por alto que para que se publicara esa revista conté con una gran mujer a la que siempre he admirado por lo que es: Katty León Zuluaga. Gracias a ella, sacamos adelante los números con todo lo que ello implicaba.

Pues bien, la última “PALABRA” apareció en diciembre. Una revista que nació con mucho amor, cariño, deleite, que brindó espacios a grandes escritores nacionales y a noveles jóvenes interesados en mostrar sus trabajos, dejó de aparecer en el 2008.

Mi retiro de la Universidad La Gran Colombia y el que no quedaron dolientes, hicieron que esta revista de 20 páginas y 5000 ejemplares bimestrales, quedara en el recuerdo de quienes iniciaron su colección en octubre del año 2006.

7 números fueron publicados. Siete números en los cuales hubo poesía de grandes y noveles, prosa genial, historias, cuentos, datos importantes y aporte literario a la comunidad colombiana. Siete, un número de buena suerte.

Fue una revista cultural no solo para la comunidad universitaria, sino para otras instituciones y público en general, pues se repartía en algunos puntos donde vendían periódicos, librerías y en sitios donde llegaba público a de gustar café

Igual sucedió en la Universidad del Quindío en el 2003. El 24 de octubre se presentó “CAFÉ Y LETRAS”, revista cultural de la Universidad del Quindío. Al acto asistió Alonso Salazar, periodista, investigador y nuevo alcalde de Medellín. Pues bien, el 10 de agosto del 2004, desapareció por obra y gracia del director del Programa de Español y Literatura, quien poco de Español y nada de Literatura.

En esa labor increíble de publicar “CAFÉ Y LETRAS” estuvo ivolucrada una estudiante de primer semestre: Olga María Gualteros, enamorada de los libros, la lectura y gran alumna.

Mi gran orgullo, mostrar que en la universidad se puede mostrar la cultura a través de una revista que le llegue a toda la comunidad. Mi gran tristeza, que en ninguna quede un doliente que tome las banderas y diga continuemos.

Jamás he considerado que las revistas sean mías. Jamás he dicho que nadie puede hacerse cargo de estas si me retiro, renuncio o me voy. Eso da tristeza.

Murió “Café y letras” y se fue “palabra”. Qué bueno sería que en las dos universidades hubiese alguien que las resucitara. No se necesita nada. Solamente ganas de proyectar las universidades y mostrar que, en las mismas, se puede hacer cultura y que en estas puede haber una revista que no se quede al interior de las mismas.

Esta es una invitación a estudiantes, profesores, directivos, egresados de las Universidades del Quindío y La Gran Colombia. Me fui, pero las revistas no pueden desaparecer.

Porque me gusta, porque es divertido, porque sé lo que significa hacer cultura y motivar a la actividad cultural, por eso, esta nota, esperando que quienes deseen, vuelvan su mirada hacia las revistas y empiecen de nuevo.

El 2024 debe ser diferente. Más cultura, más academia, más investigación, más proyección social, pero por favor, que no mueran las cosas bellas como las revistas culturales en las universidades de mi tierra. QUE HAYA REVISTAS CULTURALES EN LAS UNIVERSIDADES

 

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