Por Fernando Rojas Arias
El voto en blanco consagrado en la Constitución y la ley, es “una expresión política de disentimiento, de abstención o inconformidad con efectos políticos”. “El voto en blanco constituye una valiosa expresión del disenso a través del cual se promueve la protección de la libertad del elector…” es la manifestación de inconformidad del ciudadano con los diferentes candidatos postulados para ser elegidos en los cargos administrativos, como de Presidente de la República, Gobernadores o Alcaldes Municipales. En un principio concebido como un derecho libre de cualquier imposición y consciente para rechazar lo que considera inviable o incorrecto. Posteriormente habilitado para que movimientos políticos legalmente constituidos o cualquier ciudadano o grupos de ciudadanos pudieran inscribirse como voceros o promotores de este derecho y recibir los mismos beneficios de los candidatos inscritos para las elecciones. Agregaría que además de los motivos consagrados anteriormente para votar en blanco, se le comenzaron a sumar otros, algunos, como los económicos y otros abiertamente de oposición, dejando entrever sentimientos de frustración e inconformismo por no haber alcanzado sus objetivos en elecciones pasadas, desconociendo que como ellos se presentan nuevos candidatos con pretensiones de ser alternativas, que están combatiendo el continuismo y la corrupción.
El voto en blanco para tener sus plenos efectos necesita de una mayoría absoluta de los votantes, y si así se diera, hace que se repitan en 10 días hábiles las elecciones, si vuelve a ganar, el cargo lo ocupara el candidato que obtengan la mayoría de votos. Este ejercicio democrático nos da por pensar que es un arma de doble filo, pues al final se impondrán los que no queríamos que ganaran, parece creada diabólicamente para que a nombre de la democracia se perpetúen los corruptos.
Cuando el voto en blanco no alcanza las mayorías para repetirse las elecciones, permite que los candidatos que pretende combatir lleguen con mayor holgura, y le quita las posibilidades a las alternativas que se pueden presentar.
Para este año, 2023, no se inscribió en la Registraduría del Estado Civil de Armenia ningún movimiento como vocero o promotor del voto en Blanco, aunque muchos personajes de la vida política y cívica de la ciudad lo pregonaban abiertamente, lo que es totalmente válido, pues en el tarjetón aparecerá esta opción. En los ´últimos días se han presentado también manifestaciones públicas de algunos de los personajes que pregonaban el voto en blanco adhiriéndose a candidaturas que consideran como alternativas idóneas para dirigir la ciudad, lo que es plausible, así se presta un mejor servicio, al permitir que en la contienda se amplíen las opciones de otros candidatos para llegar a ocupar la alcaldía
LA ALCALDIA DE ARMENIA
En las tres últimas elecciones se han presentado varios fenómenos importantes para la elección de alcalde en Armenia.
En las elecciones de 2011, se inscribieron por primera vez los promotores del voto en blanco alcanzando en Armenia una votación 11.899 sufragios de un total de 113246. En esta contienda salió electa por el partido Liberal Luz Piedad Valencia Franco la hija del taita, con 42937 votos en una reñida competencia con Roberto Jairo Jaramiillo, liberal frustrado por no ser postulado y crea un movimiento llamado Armenia Avanza, apoyado en parte por la fuerza políticas que llevaron a la gobernación a Sandra Paola Hurtado, que con una votación de 86071 votos derroto a Belén Sánchez Cáceres inscrita por un movimiento denominado Partido Social, para atraer incautos cansados del partido Liberal, pero apoyados soterradamente por este partido, quien alcanzó 74744 votos. Votos en blanco 24046, para una votación total de 238629 sufragios, 57.4%
En las elecciones de 2015 surge como alternativa para combatir la corrupción rampante que se sentía en el ambiente político regional, la figura del sacerdote padre Carlos Eduardo Osorio Buriticá, El Cura, quien encuentra apoyo en varias vertientes políticas, pero por sobre todo por una ciudadanía que lo llevo a la gobernación del Quindío, con la más alta votación, 125617 votos, pero también con, la más grande esperanza de cambio. Venciendo a Sandra Milena Gómez, quien obtuvo 103.148 votos, votación prevista por su movimiento continuista, pero ante el despertar del pueblo, se quedó con los crespos hechos. La votación en blanco fue de 16714 votos.
Para la Alcaldía de Armenia se repite en parte el fenómeno, el partido Liberal que venía desempeñando ese puesto históricamente, en llave con la candidatura del padre Osorio, lleva como su candidato al señor Carlos Mario Álvarez, quien, con una imagen de hombre bueno y honesto, llego al cargo con 70714 votos, algo más del 60% de los votos alcanzados para la gobernación, seguido por José Manuel Ríos con 48962 votos los previstos por su movimiento. Votos en blanco 13410.
Para las elecciones de 2019, con 29132 votos, un 40% menos de la votación de las elecciones de 2015, llega a la alcaldía de Armenia José Manuel Ríos Morales, a nombre de un movimiento de esos que avalan sospechosamente a personas ajenas a su etnias o grupos llamado Alternativa Indígena y Social, diciendo desconocer a sus antiguos patrocinadores, pero contando con su apoyo, y aprovechando el escándalo de corrupción de los liberales Luz Piedad Valencia y el contaminado Carlos Mario Álvarez, el desfile de alcaldes encargados y los actos de constreñimiento de la señora Sandra Bibiana Aristizábal y la candidata Piedad Correal, por un movimiento denominado Coalición por la defensa de Armenia, ante la vergüenza de ser liberal, alcanzando solo la tercera votación con 21995, lo que dio pie para que el voto en blanco se ubicara en la segunda posición con 26289 sufragios, y se diera una cuarta posición bastante significativa que como alternativa, consiguió una votación de 21496 votos con el señor Luis Fernando Jaramillo.
En estas elecciones del 2023 para la alcaldía de Armenia se presentan varias candidaturas para que entre ellas se escoja la que la ciudadanía considera sea la mejor opción y el electorado pueda escoger entre los candidatos herederos de la corrupción o del continuismo, o se despierte el ciudadano con una nueva preferencia para hacer valer su voz como pueblo y brindarle a la ciudad otra alternativa de poder, la que esté mejor estructurada intelectualmente y libre de corrupción. Que esa alternativa merezca la desviación del voto en blanco, segunda fuerza en la elección 2015, traduciéndolo de inconformismo a esperanza de desarrollo y un mejor vivir, que provoque el despertar de los abstencionistas, para que lleguen también con su fuerza arrolladora a demostrar como ya se ha hecho, que los cambios se pueden dar, aferrándonos a una actitud de optimismo para un mejor futuro de todos los armenios.