El municipio de Pijao está aportas de una emergencia sanitaria, tras la colmatación y el colapso de casi toda su red de colectores de aguas residuales, problema que cada vez se agranda más. Las aguas residuales provenientes de las casas y comercios están siendo depositadas directamente a la quebrada El Inglés, que recorre el casco urbano de Pijao por toda la mitad de la población. Gran parte de las casas de Pijao tiene en sus patios la quebrada El Inglés y, ahí, todas las aguas residuales del pueblo.
El colector fue construido hace unos 15 años dentro de la misma quebrada en sus orillas, según recuerdan sus habitantes, pero no se le hizo mantenimiento y la corriente de este mismo cuerpo de agua y el aumento de las residuales, lo han colmatado, reventado y, por tanto, sufre un colapso casi total.
La Corporación Autónoma Regional del Quindío hizo una inspección de la quebrada y el colector, por petición de la comunidad, y en el acto de su informe dijo explícitamente que el colector había colapsado. Frente a la colmatación que se viene presentando hace varios meses, lo que generó que materia fecal y otros elementos se ‘metieran’ a las tuberías de las casas, muchos habitantes decidieron instalar sus propios tubos y arrojar a la quebrada los desechos de sus baños.
EL QUINDIANO visitó el lugar y habló con la gente, que angustiada pide la intervención inmediata de la CRQ, la Procuraduría Ambiental, la Alcaldía de Pijao, la Gobernación del Quindío, pero, especialmente de Empresas Públicas del Quindío, entidad a la que le corresponde directamente la solución del problema.
“Los olores son nauseabundos, los niños y los ancianos se están enfermando, los moscos y zancudos abundan en las casas y en los lugares comerciales”, dijeron los habitantes de Pijao. “Esta quebrada tiene que ser objeto de atención de las autoridades, de forma inmediata, porque es sujeto de derechos, como nosotros mismos”, dijo Cristina Flórez, propietaria de un café en Pijao.
“Las autoridades deben de actuar de forma rápida y contundente, de lo contrario aquí en Pijao se va a presentar una emergencia sanitaria terrible, y la gente no soporta esa incompetencia oficial, y vamos a reventar”, dijo Mónica Flórez, líder cívico del municipio y promotora de la iniciativa Pijao, ciudad sin prisa.
Diana Jiménez, habitante de la localidad, dijo que por “el patio de su casa pasa la quebrada El Inglés y lo que se ve del balcón es correr materia fecal, una verdadera desgracia para todo el pueblo”.
EL QUINDIANO buscó la reacción del alcalde de Pijao Juan Camilo Pinzón, pero no estaba en su despacho. La líder cívica Mónica Flórez expresó que la comunidad se ha dirigido al alcalde, el concejo, la CRQ, EPQ y la Procuraduría Ambiental, denunciando este problema, y no han sido escuchados.
EL QUINDIANO recorrió gran parte de la quebrada, en el casco urbano y pudo comprobar lo que los habitantes relatan, olores nauseabundos, colapso del colector, tuberías con aguas residuales que caen al cuerpo de agua y heces humanas esparcidas en las orillas de este afluente hídrico.