"Con el libro El mundo según Brigitte, pretendo provocar una conversación, que tarde o temprano tendrá que darse, por el bien de la sociedad. No le estoy pidiendo al lector que cambie de género. Le estoy pidiendo que deje fluir. Que sepa que las complejidades son todas, incluso y quizá aún en la diversidad, pero al menos son más honestas.
En la diversidad no he encontrado la mugre escondida debajo de las alfombras de los palacios presidenciales; en la diversidad se habla de frente, se vive de frente, aunque toque agarrarse las tripas una y otra vez, porque mirarse en el espejo cada día duele, como duele decidir que nuestras acciones tienen consecuencias. Vivir en libertad es de valientes.
Otra de las respuestas que obtuve, o quizá mi deseo, es que quisiera ver a los hijos de este país sentados en la mesa de Candelaria y Juana Pasión, las hijas de Brigitte y Adriana, compartiendo un té, una comida, unas palabras, para que nunca más se hagan bullying los unos a los otros.
Brigitte ha roto el estado de clandestinidad en el que viven muchos de la comunidad LGBTIQ, porque a través de su condición trans ha logrado visibilizar su pensamiento y construir una visión del mundo que llamaremos la ecología queer".
Diana Calderón
“La historia que les voy a narrar es la de una persona que busca interpretar la condición ambiental a partir de su propia transición de género. Es una historia que la trasciende a ella misma en su intimidad para convertirla en referente de las discusiones actuales a nivel global: sostenibilidad, educación, regímenes de izquierda y de derecha, la creciente voz que se alza en todas las sociedades en un grito, a veces ensordecedor, y que nos dice que es hora de una verdadera transformación.
Es la historia de quien ha estado en las profundidades de la soledad en sus primeros años y del dolor de la pérdida, ya siendo adulta, primero de su hermana Carolina y luego de su madre. Es la historia de alguien que parecería mirar otro cielo. No hay en su ánimo asomos de tristeza, como si las vidas vividas hubieran quedado atrás, o las cicatrices estuvieran ocultas en los colores de los innumerables tatuajes que forran su piel.”
Página 15
¿Soñaste alguna vez con lo que hoy eres y representas para el mundo académico?
Realmente no, ni siquiera hablando de sueños conscientes, en el sentido de construirme un propósito, una meta. Me costaba vislumbrar mi futuro o incluso desearlo, porque no creía que Brigitte fuese a tener ninguna oportunidad; de alguna manera me acostumbré a disfrutar el presente para no pensar lo imposible.”
Página 20
¿No tuviste un primer amor de chiquita?
No. Tenía en la mente el sentido, el mandato, de que las mujeres deberían gustarme en ese momento. Tener novia como los demás era un componente fundamental de la identidad.Tampoco pensaba que era gay, y no me gustaban los hombres, tal vez porque ya los identificaba con el matoneo. Después una entiende que enamorarse no depende del género ni del sexo ni de nada, solo del amor.”
Página 37
“Me pregunto a quién le rezan quienes no creen. ¿Qué les sostiene en pie cuando el mundo se derrumba sin avisarnos? ¿De qué están hechos? ¿Cómo superar un duelo sin la ayuda de una oración que calme el dolor? Pienso entonces en la terapia, en la filosofía que nos explica tantas maneras de concebir la existencia. Brigitte rechaza la religión en la que yo me refugio como gratitud, como bastón, como seguridad ante la incertidumbre.”
Página 58
“No creo en el espíritu, no creo en el alma. No creo que exista nada. Creo que la muerte es el fin. Y coincide con el fin del universo. Porque el universo también va a acabarse. El hecho de que acabe en 30.000 millones de años o en 50.000 millones de años no hace ninguna diferencia, mucho menos para nosotros.”
Página 58
El libro incluye imágenes que nos muestran el lado más personal de Brigitte, en el campo tanto académico como familiar, antes y después de su transición.
"Cuando se asiste al amor de Adriana y Brigitte surge la idea de la literatura, de los amores irrompibles porque se construyen sobre la diferencia y la aceptación. Pero ¿y acaso los nuestros no? Me lo he preguntado durante el proceso de escribir este libro. Mi respuesta es que los nuestros también, las nuestras también son historias que exigen reinventarnos una y otra vez.”
Página 73
Sobre la periodista Diana Calderón
Periodista colombiana, es la directora y conductora del Noticiero del mediodía y de Hora 20 de Caracol Radio y columnista de El País Global. En su trayectoria se destaca su trabajo en el diario El Tiempo, la revista Cromos, Señal Colombia, el Noticiero 24 Horas y RCN Radio.
Por una década investigó los crímenes de periodistas para la Sociedad Interamericana de Prensa. Es autora del libro Iván Duque. De frente y a fondo; y coautora del libro Mapa de riesgos para periodistas.
Ha sido galardonada con seis premios Simón Bolívar y un premio nacional de periodismo otorgado por el Circulo de Periodistas de Bogotá, CPB.