Joaquín Meza está cumpliendo este 31 de diciembre 79 años. Vive solo, con una exigua pensión. Esta mañana desempolvó unos poemas que había impreso en hojas sueltas con ayuda de la Universidad del Quindío y salió al supermercado. A todo aquel que se encontró le ofreció sus poemas, los vende, como debe ser, y la gente los paga, como debe ser. “¿Cuánto valen?” Le pregunté. “Lo que usted estime, según le hayan gustado o no”, me contestó.
“Le recomiendo, Los años me acompañan”, me dice
Y, entonces lo leo:
Los años me acompañan
Llegó la vejez así de repente
No golpeó mi puerta, ni pidió permiso
Sólo traía años que se fueron a alguna parte
Y nunca regresaron.
Pero soy feliz a pesar de la fecha de mi nacimiento
Porque gesté la vida en lo que quise
Y sonrío sin arrepentimiento.
Llegó la vejez un día cualquiera
Y yo le estreché la mano
Y la senté a la mesa, a almorzar conmigo
Y a charlar de cosas que pasaron
Y nos hicimos muy amigos.
Llegó la vejez y caminamos de la mano
Porque la existencia fue muy buena
Y nunca tuvimos altercados
A parte de mis horas de mi sueño
Pues despierto en la mañana muy temprano.
Los años me acompañan, son pareceros
Aunque a veces añoro montar en bicicleta
Pero me da miedo caerme en las esquinas
Que me den un comparendo
Acompañado de un regaño
De hacer cosas ya de viejo.
Llegó la edad en la que se comienza a terminar la vida
Pero yo sigo siendo un niño.