Roberto Estefan Chehab
Acostumbrase a los paradigmas, o sea no cuestionarse y solo ir aceptando planteamientos y darlos por ciertos, es peligroso. Muy frecuente en esta época de “influencers” que lanzan afirmaciones irresponsables, muchas de ellas admitidas por la gente que sin ningún sentido de responsabilidad las toman como una verdad. Y entre mas falta de cultura mas caldo de cultivo para ello. la polarización en la sociedad está apoyada en paradigmas y una vez conseguidos es muy fácil reclutar un grupo de “idiotas útiles” que sin mayor cuestionamiento se lanzan a defender asuntos de los que no saben nada, o muy poco ¡qué manera tan atrevida de llevar a la injusticia! Un paradigma puede ser que las ideas socialistas conducen al caos del comunismo, pero otro con igual peso es que las filosofías liberales o conservadoras están alimentadas por la corrupción y por lo tanto destruyen la dignidad y los derechos humanos. La realidad es que una persona educada, con un mínimo de lógica y un encuadre respetuoso hacia las diferencias es capaz de analizar y sopesar e incluso extraer lo sano, lo positivo de cualquier ideología y actuar con independencia y equilibrio. Es frecuente poner nombres propios para incentivar aún mas las pasiones de las personas. Por ejemplo “uribismo” o “petrismo” como si se tratase de verdaderas escuelas filosóficas cuando solo es una manera de limitar y arrinconar a través de un absolutismo absurdo. Entonces para unos el uribismo es orden y liderazgo y para otros es corrupción y crueldad; en el caso de “petrismo” igual: para unos es justicia social y defensa de los derechos y para otros es engaño, populismo y decadencia. La pregunta sería ¿Quién tiene la razón? Y la respuesta es obvia: ninguno. Las vicisitudes en el mando del poder conferido por el pueblo a uno de sus lideres, incluyen el manejo del orden público, la orientación de la economía hacia el logro de un plan de gobierno que supone rigurosidad y cuidado y sobre todo pulcritud en la orientación del dinero publico para que las distintas brechas que generan injusticia e indignidad se cierren y la sociedad logre el equilibrio. Un líder, con sus características de personalidad y sus habilidades, su historia y sus intenciones puede desfigurar por completo el verdadero espíritu de una ideología de tal forma que se genere un paradigma que permea un gran espacio en la comunidad: aún somos un pueblo carente de suficiente bagaje intelectual y por eso muchas personas no tienen ideas propias, simplemente se montan en el bus de una ideología tergiversada y maltratada. Lo que se necesita es despertar y entender que cada corriente tiene conceptos muy interesantes y válidos que servirían para la elaboración de un planteamiento sano para todos. ¿Quién no quiere vivir en una sociedad tranquila, educada y sin carencias básicas? El mayor problema estriba en la manera de actuar de una gran cantidad de personas que rigen sus vidas con derroteros de egoísmo y corrupción. La avidez por el dinero perpetua la descomposición a todo nivel. El amor por el poder degenera las conciencias y conduce al abuso, la mentira y el delito, pero eso es protagonizado por las personas que en determinado momento se juntan y arman contubernios en los que unos se tapan con otros olvidando el juramento que prestaron en el momento de su posesión. La famosa frasecita de algunos amigos cuando felicitan a otro que ganó un contrato o un puesto público: “aproveche el cuarto de hora” no tiene color político, simplemente muestra la obscura manera de proceder de individuos que seguramente seguirán con el clientelismo, la mermelada y el crimen. No soy de línea “petrista” pero creo que hay algo bueno en su planteamiento, no soy uribista pero igual creo que hay cosas buenas en su planteamiento, soy católico, pero igual creo que hay varios elementos para cuestionar, sin descalificarlo todo solo por “deporte”. No se deje encasillar simplemente porque algunos le sacan jugo a un paradigma. No “trague” entero, no pelee con sus amigos o su familia por asuntos dirigidos maquiavélicamente desde entramados pagados para alimentar división. Esté atento, apoye lo sano, opóngase a lo nocivo, pero para eso documéntese, estudie, analice y no repita como un eco, tenga criterio. [email protected]