Iván Restrepo R.
A estas alturas del mes de enero, bien vale la pena hacer reflexiones y revisar los resultados de la pasada temporada turística para el Quindío, analizar los aspectos positivos y a la par los negativos procurando diseñar acciones para disminuir estos últimos y de esta forma enrutar el barco por aguas mansas que nos lleven a buen puerto.
Comenzamos año con nuevos dirigentes gubernamentales y desde acá mi único deseo es que a todos los vaya bien y que en unión de sus equipos de gobierno tomen decisiones sabias en procura de conseguir resultados siempre positivos. Es bien sabido que acá tenemos muchas tareas por hacer, terminar algunas ya comenzadas y eliminar las que de nada han servido. Qué bueno fuera poder trabajar unidos todos los que estamos en este sector en procura de aplanar la curva turística, esa en la que todavía se sigue poniendo casi todo el esfuerzo en promocionar el destino hacia el 20% del año representado tan solo en las altas temporadas.
Los invito a generar acciones tanto individuales como grupales, invitando a sectores como el comercio, el transporte local, la gastronomía, diversión nocturna, los peajes, y otros para llevar a cabo unas campañas entre todos, orientadas a atraer turistas que, por razones de capacidades de gasto, tiempo, ocupación y otros, se les dificulta viajar en las altas temporadas. Mercado lo hay: Eventos corporativos, adultos mayores, jubilados, deportistas, grupos religiosos, turismo académico etc.
Los destinos turísticos con muchos años de trayectoria suelen llevar a cabo acciones a este respecto para extender los días de temporada unos días de más. Un ejemplo lo vemos en el festival de música de Cartagena y el Hay Festival, un destino en el que no llevan a cabo acciones para atraer más turismo en los días de alta, ya que con el solo turismo familiar les es suficiente. Saben que si se llevan a cabo eventos que puedan atraer visitantes, van a generar un modelo en donde tendrán que rechazar clientela por falta de espacio o producto. Para contrarrestar esto, los prestadores de turismo optan por dejar que la temporada alta fluya con los clientes que vienen “solos”, trasladando los eventos tradicionales, que quizás en el pasado se llevaban a cabo en fechas de alta temporada, a fechas de baja demanda. Normalmente estos eventos son altamente atractivos por la comunidad local y regional, los hijos del pueblo que bien pueden desplazarse en fechas de baja estacionalidad.
Hay que buscar la fórmula mágica para lograr que nuestro destino logre unos mejores resultados traducido esto en ingresos acordes con las temporadas, menos aglomeración, comodidad para los visitantes en la llegada y salida de los atractivos turísticos, zonas de estacionamiento alejadas de los atractivos así sea necesario caminar unas cuadras de más, o con medios de transporte modelos circulares (non stop shuttles).
Y nosotros los que acá residimos, en los días de la alta temporada local, vámonos para pueblos cercanos –que los hay, y muchos– y dejemos para ir a Salento, Filandia y Circasia en la baja temporada.
Ojalá que los entes encargados se encarguen de implementar acciones como:
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CUENTA SATÉLITE DE TURISMO QUINDÍO
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CORPORACION DE TURISMO DEL QUINDÍO
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PRUEBAS DE CARGA PARA SALENTO, FILANDIA, CIRCASIA, COCORA; y una vez se vayan necesitando, para los demás destinos.
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RECINTOS GASTRONOMICOS DEBIDAMENTE TERMINADOS. A este respecto, el de Pijao está quedando muy bien.
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ZONA METROPOLITANA ARMENIA
Hasta la semana entrante apreciados colegas. El camino 2024 es largo, y más dado que es año bisiesto.