Manuel Gómez Sabogal
Muchos jóvenes recién graduados de la universidad, con un título bajo el brazo, esperan que un concejal, un diputado, un amigo del alcalde o del gobernador, los presente o le entregan la hoja de vida para que los tengan en cuenta. Las respuestas son: “Te aviso”, “esperemos a ver qué pasa”, “tranquilo que te llamo”, “estoy seguro que algo pasará”. Y la hoja de vida descansa en un archivador.
Pasan los días, los meses y el desespero del joven es grande. No tiene empleo, no encuentra algo para hacer. Está desorientado. Llama al concejal, al diputado, al amigo del alcalde, al amigo del gobernador. Ninguno contesta. Las llamadas se van a buzón o las respuestas son: “Debes esperar”. “Todavía no sale nada”. “En estos días, te devuelvo la llamada”.
Esperan ser contratados pronto, pero hay demoras y al concejal, al diputado o al amigo del gobernador o del alcalde no les importa el tiempo que pasen los jóvenes esperando una oportunidad. Ellos ya tienen un salario inmerecido, pero no tienen los problemas de los jóvenes sin esperanza.
Los jóvenes saben que tienen capacidades, destrezas y mucho en su interior para aportar. Yo los invito a empezar un proyecto, a presentar una propuesta, a emprender, a soltar lo que saben y volverlo realidad.
No esperen contratos en alcaldías o gobernaciones. Hagan lo suyo. Muestren de qué son capaces. Usen el computador, busquen otras opciones propias. Que no dependan de nadie, sino que sean sus propios jefes. No es fácil, pero se puede. Muchos lo han logrado. ¿Por qué no vas a poder hacerlo?
Las capacidades, destrezas que posees son muchas. Debes sacarlas a flote, a relucir. Debes mostrarte. Véndete. Saca lo mejor de ti para que los demás sepan que sí puedes.
¿Qué es véndete? Identifica cuáles son tus habilidades, fortalezas y debilidades. Esas debilidades las debes convertir en virtudes. Conoce a fondo tu trabajo, tu carrera. Debes mostrar mucha confianza en tí. Si no confías en tí, ¿quién lo hará? Debes actualizarte día a día. Ser proactivo.
Hay algo que debestener muy presente: cuida tu apariencia y no olvides brindar una imagen de verdadero profesional.
Crea, siempre, crea. No dudes hacerlo pronto y envía a tus contactos toda la información posible sobre lo que haces. Alguien te dirá que necesita tus servicios. Ofrece.
No digas: “no puedo. Más tarde. Me demoro”. No. Debes empezar ya. Demuestra que eres mejor de lo que los demás creen.
Lo más importante y que no debes olvidar es que nunca contestes: ¡No soy capaz!