La plenaria de la Cámara de Representantes aprobó en las últimas horas el proyecto de ley que reconoce el Paisaje Cultural Cafetero de Colombia como zona restringida de minería a gran escala, la cual comprende seis zonas localizadas en 51 municipios de los departamentos de Caldas, Quindío, Risaralda y Valle del Cauca.
La iniciativa es de autoría de la representante a la Cámara por el Quindío Piedad Correal Rubiano, en compañía de otros representantes. El proyecto pasa ahora a la Comisión Quinta del Senado y, de ser aprobada, seguirá su curso en la plenaria de esa corporación a una última discusión, por tratarse de una Ley de carácter ordinaria.
“Con gran complacencia agradezco a mis colegas co-autores y a la plenaria, porque con esta medida se protegen las fuentes hídricas, toda la flora y fauna de cualquier daño ambiental en la región, destacada como un ejemplo de adaptación humana a condiciones geográficas difíciles sobre las que se desarrolló una caficultura de montaña, declarada, a su vez, por la Unesco como Patrimonio Mundial”, sostuvo la legisladora.
Como se recuerda, el Comité de Patrimonio Mundial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura – Unesco inscribió en la Lista de Patrimonio Mundial el Paisaje Cultural Cafetero el 25 de junio de 2011. Este reconocimiento compromete al Estado colombiano, a la comunidad internacional, nacional y local a su protección, pero es a la vez una oportunidad para que sus habitantes y visitantes conozcan el paisaje y participen en su preservación.
La zona protegida está constituida por un paisaje cultural en donde se encuentran elementos naturales, económicos y culturales con un alto grado de homogeneidad en la región, y constituye un caso excepcional en el mundo. En este paisaje se combinan el esfuerzo humano, familiar y generacional de los caficultores.
La ponencia avalada resguarda la minería artesanal y el suministro de material de construcción, actividades vitales para el sustento de cientos de pequeños mineros. Más de 100 congresistas apoyaron la iniciativa de Piedad Correal y sus colegas.