Emerson Castaño
No solamente utilizó miles de millones en publicidad con el fin de hacerse notar en el contexto nacional, sino que dicha publicidad estaba cargada de falsedades. Roberto Jairo Jaramillo (ex gobernador del Quindío) convirtió su poder político en una herramienta eficiente con el objeto de engañar a los quindianos. No todos nos tragamos el cuento de las “bondades” de su gobierno, pero sí un grueso de la población cayó en la trampa de su lenguaje.
Se le debe de reconocer a Roberto la capacidad de manipular a los que tenía la forma de manipular. Sobre todo, quizás, su habilidad de persuadir a los entes de control para que no lo investigaran en el momento que lo debían de hacer. La fiscalía, la procuraduría y la contraloría, son expertos en darle tiempo a los corruptos.
Para concretar, los entes de control debieron haber intervenido la evidente corrupción que se venía tejiendo desde la gobernación del Quindío, especialmente con la obra llamada “Recintos gastronómicos, artesanal y experienciales del municipio de Quimbaya y Montenegro”. Ahora, no es el único artículo que he escrito sobre el asunto. Desde el año pasado vengo denunciando semejante desastre. Y lo había advertido a través de mis denuncias que apuntada obra iba por mal camino.
La contraloría General de la Republica, especialmente en la Gerencia de Diego Luis Vigoya, conocían a profundidad lo que estaba pasando en los dos municipios arriba citados. Algo le pasó al tipo porque no duro mucho en el cargo y a los días renunció. Sin embargo, hace días la contraloría me respondió un derecho donde me informa de los hallazgos administrativos, disciplinarios y penal. En el proyecto corrupto de los “recintos gastronómicos” se encontró lo siguiente: “Hallazgo No 20: Construcción del recinto gastronómico, artesanal y experiencial del municipio de Montenegro. Administrativa con presunta incidencia disciplinaria y fiscal. En cuantía de $367.177.670. Hallazgo No 21: Construcción del recinto de módulos de venta y comercialización de productos gastronómicos, artesanales y experienciales del municipio de Quimbaya. Administrativa con presunta incidencia disciplinaria y fiscal. En cuantía de $1.602.482.427”.
Lo citado arriba es el informe de auditoría o la verborrea técnica propia de una institución de la república que se cuida mucho en decir que lo que hallaron fue corrupción.
Ellos, también son los propios para vender las auditorias y taparle los líos a los amigotes que necesitan proteger. Y da risa que ahora la contraloría está en espera de un informe de laboratorio que iluminará de nuevo a los funcionarios de lo que el informe de auditoría constató sin que haya objeción porque fue comprobado en las visitas técnicas realizadas en Quimbaya y Montenegro.
Estoy hablando que en aludido informe se evidencia que desde un principio el proyecto de “recintos gastronómicos” (galerías) “presentaban fallas en estudios y diseños”. “Estudios y diseños” concebidos desde la gobernación de Roberto Jairo Jaramillo. –Ver informe completo, pág. 17. –. Con ello, convierte al ex gobernador Roberto responsable de los daños causados a los pequeños comerciantes que fueron desalojados de las galerías municipales con el pretexto que se les iba a construir el paraíso en la tierra. Usted, inepto ex gobernador Roberto, engañó a todos los quindianos.