Por Germán Estrada Mariño
La mente puede llevar a una persona ansiosa a desarrollar diferentes patologías alternas o encubiertas, e incluso adiciones que no son el problema principal ni de fondo, sino simplemente la punta de un iceberg cuya base es la ansiedad.
La mente ansiosa está a expensas de las adiciones del siglo XXI.
A la mente ansiosa subyacen sentimientos crónicos de vacío, de incompletud, de aburrimiento, de sensación de falta, o ausencia de algo que le complemente que le satisfaga, que le llene.
Esta mente suele entonces, en lugar de observarse, aquietarse, controlarse y detenerse, caer en un patrón de comportamientos compulsivos dentro de los cuales están las nuevas adicciones del siglo XXI.
Mencionaré 5 de ellas y las más prevalentes en las mentes ansiosas de la sociedad moderna que es cada vez menos calma y más carente de paz interior:
- Ansiedad por los likes:
A muchos jóvenes les obsesiona tener muchos seguidores o cumplir el sueño de convertirse en celebridades, influencers o en figuras reconocidas que reciban muchos likes en las redes sociales. Los likes son solo el reforzador o recompensa de la adicción compulsiva y dependiente a las redes sociales que dominan la mente del sujeto, absorbiendo gran parte de su actividad diaria y limitado su contacto real, físico y presente con el mundo. Este ser puede estar en un paraíso, pero prefiere usar su teléfono o dispositivo digital para experimentar el placer alterno que le ilusiona con una falsa felicidad en el terreno digital. Los likes solo alimentan la ilusión de completud de un ego carente de afecto autocompasivo y de amor propio, que busca infantilmente, compensarse con la ilusión de aprobación externa, ya que en realidad las redes son una vitrina que solo muestra fachadas y mascaras de lo que somos realmente los seres humanos.
- Ansiedad por las compras:
Durante la pandemia de COVID-19, muchas empresas se enriquecieron aún más. No solo las redes sociales y las plataformas tecnológicas, sino además miles de comercios en el mundo que lograron viralizar y expandir las compras digitales o por internet como principal mecanismo de compra a nivel global en los países desarrollados. La compra representa para el sujeto ansioso ¿el mecanismo compulsivo ilusorio de completud de la falta que lo aqueja, ya que talvez el atuendo nuevo, los zapatos de marca, o el nuevo dispositivo celular de moda, representa la manera de llenar solo parcial y momentáneamente un vacío que en realidad es afectivo, espiritual y existencial.
Comprar jamás llenará los más profundos vacíos, por lo cual las compras, jamás serán suficientes hasta que el individuo decida de forma madura ocuparse de identificar, analizar y sanar sus vacíos con ayuda terapéutica o con métodos menos superficiales que las compras compulsivas y muchas veces innecesarias que le hacen creer solo momentáneamente que alcanzará la felicidad .
- Ansiedad por la figura física, las cirugías estéticas, las dietas, la imagen física y la excesiva vanidad:
Las cirugías estéticas son un negocio multimillonario al que le dedicaré un solo artículo próximamente para hablar de trastornos alimenticios y sentimientos crónicos de vacío para explicar el conflicto con la imagen corporal.
Por ahora puedo mencionar que también son un síntoma de profunda ansiedad en la que se proyectan sentimientos de profunda inferioridad e inconformidad no con el cuerpo, sino con el yo, con el self, con el ser mismo, con su esencia, con su existencia, con su sentido.
El cuerpo se convierte solo en el vehículo para disfrazar de "perfección "curvas” o siluetas estereotipadas, que buscan admiración y reconocimiento, los más profundos vacíos, que ocultan en realidad, una profunda ansiedad infantil no sanada en etapas previas del desarrollo vital y en la estructuración psíquica de la personalidad .
- Adicción por los videojuegos:
Los videojuegos, las plataformas de juegos de estrategia y la realidad virtual, resultan un escenario sumamente atractivo para que la mente ansiosa de muchos jóvenes especialmente, encuentre, no cura, pero sí refugio y negación evasiva. Toda vivencia virtual que se experimente de forma compulsiva y repetitiva, abstrae al individuo de un mundo que prefiere no afrontar, su propio mundo real, su propia realidad.
En la virtualidad y en el juego compulsivo el individuo sé inmersa, se inserta, se siente otro, “un guerrero”, un luchador un héroe poderoso y se hace la ilusión de una existencia alternativa que lo disocie de la identidad propia y real y puede caer en la ilusión de poseer un alter ego. Esto ha de ser preocupante y patológico cuando el individuo ludópata digital disfruta más el juego que su propia vida real, ya que en realidad no ha afrontado lidiado y gestionado su vida que le resulta muy amenazante aburrida o vacía por lo cual el juego pasa a ser su principal motivador, o incluso en su mente, su vida misma o lo mas importante de ésta .
- Adicción a la marihuana:
La marihuana, como señale en el artículo la santificación del cannabis en los jóvenes https://elquindiano.com/noticia/44398/la-peligrosa-santificacion-del-cannabis-en-los-jovenes no es ni la peor ni la mejor droga que posee la humanidad. Es un alucinógeno que logra en la mente ansiosa, generar la sensación de estar abstraído, relajado, disipado y exhorto de sus preocupaciones, problemas y que le permite percibir la realidad de forma menos ansiosa.
El problema con la marihuana se consolida cuando del consumo recreativo o esporádico se pasa al consumo diario para poder, como lo confiesan muchos jóvenes en consulta, “relajarse” y de esta forma evadir una realidad que cuando pasan los efectos placenteros no es mejor, sino por el contario muchas veces peor que la dejó antes de drogarse.
En síntesis, si no vemos las adicciones del siglo 21 como un síntoma superficial de unos sentimientos más profundos de vacío que representan en realidad una ansiedad con la que el sujeto no se ha enfrentado y que por ende, solo le dispersa y distrae evitando enfrentarla manejarla y darle un giro a su vida.
Sin duda nadie con una adicción compulsiva ni es feliz ni conoce la paz interior que podría otorgarle la verdadera calma que tanto busca por fuera de su mente.
Solo enfrentando nuestros miedos vacíos y angustias más profundas y sus orígenes, podremos eliminar por completo las conductas compulsivas y compensatorias (formación reactiva) de nuestras vidas.
La psicoterapia es solo una opción para soltar y sanar , pero sin duda más profunda e inteligente que el refugio en fuentes superficiales de falso y transitorio placer para lidiar con la ansiedad.
German Estrada Mariño
Psicólogo clínico psicoterapeuta
Universidad nacional de Colombia
Perito forense
Líder campaña voluntaria y gratuita de prevención del suicidio juvenil
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