María Fernanda Diago Toro ha dedicado su carrera académica a explorar y comprender la diversidad de la vida, especialmente en el mundo de los anfibios y reptiles. Esa pasión la ha llevado más allá de las aulas universitarias. En la estación del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI) en Bocas del Toro, Panamá, ella se encuentra inmersa en el estudio de la especie Oophaga pumilio, una diminuta pero fascinante rana venenosa de la familia Dendrobatidae.
A través del proyecto, titulado When Do Divergent Mate Preferences Lead To Reproductive Isolation, y liderado por Marco González Santoro, doctorando de la Universidad de Pittsburgh, se busca comprender los mecanismos que conducen a la especiación en diferentes poblaciones animales. Mediante este trabajo, los investigadores exploran el papel del aprendizaje social en el aislamiento reproductivo entre individuos de una misma especie. Se centran en la idea de que el aprendizaje de comportamientos asociados con la reproducción de individuos con rasgos similares puede influir en la formación de nuevas especies.
En resumen, con esta investigación apunta a comprender la importancia de la interacción social en la escogencia de pareja y la competencia entre machos, dos comportamientos cruciales que pueden llevar al reconocimiento diferencial entre poblaciones. Este enfoque es esencial para comprender cómo los procesos de especiación pueden ser facilitados por la aparición de barreras reproductivas basadas en el comportamiento.
A la par de este proyecto, Diago Toro, junto al docente Fernando Vargas Salinas y la bióloga Maribel Rojas Montoya, ambos integrantes del Grupo de Investigación en Evolución, Ecología y Conservación (EECO) de la Universidad del Quindío, adelantan investigaciones para comprender mejor la lateralidad en la rana Oophaga pumilio y su relación con la territorialidad y la audacia, contribuyendo así al conocimiento científico sobre el comportamiento animal.
Pero su viaje en el mundo de la investigación no se detiene ahí. María Fernanda recientemente sustentó su proyecto de grado, "Viviendo Entre Bosques Cultivos y Áreas Urbanizadas: ¿La Perturbación Antropogénica Promueve Diferencias Poblacionales en la Morfología y Señales de Comunicación Visual En El Lagarto Anolis Antonii?", en el que exploró los efectos de la perturbación humana en la morfología y el comportamiento de estos lagartos.
“Dentro de la biología, me llama principalmente la atención la sistemática y la taxonomía, ya que considero que son una línea base para los demás enfoques que puede tener esta rama de la ciencia. Sin embargo, con el desarrollo de mi proyecto de grado y la participación en esta investigación, me he visto particularmente atraída por la ecología y el comportamiento animal”, señala la estudiante e investigadora uniquindiana.
Además de su dedicación a la investigación, María Fernanda ha participado en diversas pasantías e iniciativas académicas, tanto en Colombia como en el extranjero. Su incansable curiosidad y su compromiso con la conservación de la biodiversidad la han llevado a colaborar con instituciones como el Instituto Alexander von Humboldt y la Universidad de Texas en Austin, donde ha dejado una huella duradera gracias a su arduo trabajo y pasión por la ciencia.