La cidra es una matriz, es decir, una estructura con muchos componentes a nivel nutricional y de transformación (tiene tejidos que favorece la creación de nuevos productos y alternativas alimentarias). Por lo anterior y dado que esta hortaliza es poco utilizada, desde hace cinco años integrantes del grupo de Investigación Agroindustria, Frutas Tropicales adscrito al programa de Química de la Universidad del Quindío han venido estudiando los componentes de la cidra y su función en el sector industrial.
Evidencias
Resultado de tales investigaciones han sido 15 trabajos de pregrado y 2 de posgrado, los cuales han permitido evidenciar los componentes de dicha hortaliza. Asimismo, han llevado a cabo procesos que permitieron enriquecerla y darle un valor agregado. Producto de dichas investigaciones, en el Laboratorio de investigación Diseño de Nuevos Productos han transformado la cidra y han producido palitroques, galletas, snacks, polvos, cremas faciales antiacné y tortas.
En el marco del ciclo de conferencias mensuales en conexión académica e investigativa con el Centro de Estudios e Investigaciones en Biodiversidad y Biotecnología, CIBUQ, se llevará a cabo el 21 de marzo de 2024, la conferencia La cidra, una matriz alimentaria, en el auditorio del Jardín Botánico de la Uniquindío.
Este espacio de difusión del conocimiento e intercambio científico es organizado por el Centro de Estudios e Investigaciones en Biodiversidad y Biotecnología de la Universidad del Quindío, CIBUQ, adscrito a la facultad de Ciencias Básicas y Tecnologías de esta alma mater.
La conferencia incluirá una parte introductoria, en la que la doctora Clara María Mejía Doria, docente investigadora del programa de Química e integrante del grupo de investigación mencionado, explicará los componentes, hallazgos y resultados de investigación de los proyectos que han llevado a cabo. También, habrá espacio para conocer la aplicación de estos proyectos, para ello, se probarán dos snacks de cidra con extracto de hojas de café y mora.
“Queremos mirar qué tan apetecibles son estos productos. Asimismo, como en Colombia no tenemos cultivos tecnificados, la idea es que los participantes se animen a generar un cultivo con características específicas particulares de la cidra”, sostuvo la docente investigadora.
Normalmente la cidra es poco utilizada, de hecho, en el campo suele hacer parte solamente de la alimentación de animales y es conocida como cultivo arvense o maleza. En Colombia se han identificado cinco varietales de la cidra, mientras que en México ya han logrado identificar 25.
Por ello, desde el grupo de investigación mencionado se propusieron estudiar la cidra con el faro de buscar su valor. Fue así como a través de los trabajos realizados en el Laboratorio de investigación Diseño de Nuevos Productos de la Uniquindío han logrado evidenciar que la hortaliza es muy rica en fibra y, además, posee componentes importantes para la industria alimentaria como pectina (para soluciones viscosas como mermeladas), mucílago, almidón e inulina.
La doctora Mejía Doria comentó que, a lo largo de los años, han venido trabajando la parte estructural de la cidra: mesocarpio, endocarpio y epicarpio de la hortaliza para conocer las estructuras químicas que podrían combinarse con el desarrollo de los distintos productos y subproductos.
“Hemos encontrado muchas estructuras y al modificarlas podemos evidenciar si se pueden utilizar en la industria farmacológica, alimentaria o para proteger el medio ambiente”, dijo la docente.
También comentaron que continuarán con los proyectos de investigación alrededor de esta hortaliza y, además, se proponen ampliar el espectro hacia el estudio del bore.