Un estudio realizado entre el 16 y el 25 de febrero de 2024, en el que se tuvo en cuenta la opinión de 1.645 personas de Bogotá, Medellín, Cali y Barranquilla; dio como resultado que el 54% de los encuestados considera que el etiquetado de sellos negros octagonales que advierten el exceso de sodio, grasas saturadas, grasas trans, azúcares y contenido de edulcorantes en los productos ultraprocesados es muy útil. El 26% se declara neutro frente a la medida, mientras que el 17% la considera nada útil.
Específicamente, Barranquilla es la ciudad con mayor porcentaje de personas que está totalmente de acuerdo con esta norma (57%), seguidos por Bogotá, Cali y Medellín con 55%, 54% y 52% respectivamente. Con relación a las edades de los encuestados, el estudio registró que, con más del 60% de aceptación, son las personas más jóvenes quienes están mayoritariamente de acuerdo con la utilidad del etiquetado frontal de advertencia:
Por otro lado, 76% de las personas encuestadas manifestó que es necesario contar con más información y pedagogía sobre los impuestos saludables por parte de la DIAN, el 16% se mantuvo neutro, el 5% afirmó estar totalmente en desacuerdo y 3% indicó que no sabe o decidió no responder.
Asimismo, 57% de las personas encuestadas cree que la publicidad de productos ultraprocesados con sellos octagonales que busca atraer la atención de niñas, niños y adolescentes debería ser regulada, mientras que el 29% se mantuvo neutro, el 12% está totalmente en desacuerdo y el 2% manifestó no saber o no respondió.
Al indagar sobre la necesidad de restringir la venta de productos ultraprocesados con sellos octagonales en instituciones educativas y servicios de atención a la primera infancia, 57% está totalmente de acuerdo, 26% se mantuvo neutral, 15% está totalmente en desacuerdo y 2% no sabe o se abstuvo de responder.
Otro de los resultados interesantes, fue que el 36% de las personas encuestadas afirma que los sellos negros octagonales de advertencia han modificado sus preferencia de consumo disminuyendo la compra de estos productos, 32% se mantuvo neutro, el 31% está totalmente en desacuerdo y el 2% manifestó no saber o no respondió.
Finalmente, 84% de los encuestados manifiesta que sería útil para las familias contar con más información sobre cómo alimentarse de manera más sana, 12% se declara neutro y solo 4% manifestó estar totalmente en desacuerdo con la necesidad de mayor pedagogía frente al tema.
Estas medidas corresponden a las políticas que recomiendan entidades como la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y UNICEF a los Estados para reducir los impactos negativos sobre la salud por el consumo excesivo de azúcares, grasas y sodio, asociado además a las enfermedades no transmisibles que más afectan a la población, especialmente en niñas, niños y adolescentes, quienes son la población más vulnerable.
Para el caso de Colombia, a pesar de que dos de estas medidas ya fueron reglamentadas, desde la sociedad civil seguimos haciendo monitoreo y seguimiento de la correcta y oportuna implementación de las mismas por parte de las entidades encargadas; y así mismo, continuamos promoviendo medidas que permitan generar entornos que garanticen los derechos de la niñez y adolescencia.
Para Carolina Piñeros Ospina, directora Ejecutiva de Red PaPaz a pesar de que la #LeyComidaChatarra aún no se ha implementado totalmente, pues la fecha límite para ver los sellos en la totalidad de los empaques es el 14 de junio de 2024. Aunque MinSalud de ha quedado muy corto en la obligada pedagogía que debería estar haciendo y el INVIMA también ha hecho de manera pobre su labor de inspección vigilancia y control, estos son resultados MUY prometedores para la salud pública. Nos urge ahora avanzar con las reglamentaciones a nivel nacional para los entornos escolares y de primera infancia y las necesarias restricciones a la exposición de niñas, niños y adolescentes al marketing.