Turismo y Gobernanza: El caso de Filandia y su crisis de agua

5 abril 2024 9:26 pm

Compartir:

Emerson Castaño

El pasado Domingo, el diario EL TIEMPO, bajo el título ´Filandia fue premiada por turismo´, informó que “Filandia, en Quindío, recibió un nuevo reconocimiento por el turismo. En esta ocasión le otorgaron un premio por el programa ´Filandia encanta y enamora´, en la categoría de Sostenibilidad Económica y Competitiva durante la Feria Internacional de Destinos Inteligentes realizada en Curitiba, Brasil…”

De inmediato, el gobernador del Quindío aprovechó dicho premio para hacerse notar y generar una opinión como si se trata del algo logrado por su gestión administrativa: “El gobierno del Quindío, que lidera Juan Miguel Galvis Bedoya; y Carlos Fabio Álvarez Ángel, secretario de turismo; Industria y Comercio del departamento, felicitan al municipio de Filandia por el premio recibido en Brasil en el encuentro de destinos inteligentes de Iberoamérica…” Agrega más adelante el comunicado de la gobernación: “esta propuesta, inédita para la región, tiene como propósito visibilizar los logros de los diferentes destinos turísticos en torno a la construcción de la gestión turística, competitiva, sostenibilidad…”.

Debió haber guardado prudencia el gobernador y no buscar “padrenuestros con indulgencias ajenas”. Lo que sí es urgente que realice el señor Galvis es garantizar que el municipio de Filandia sea sostenible en el tiempo con el servicio de agua potable. A Galvis, como también al alcalde de Filandia, no les da vergüenza vender al municipio de Filandia como la “última maravilla del mundo” cuando no cuenta con agua suficiente para satisfacer el exceso de demanda del líquido.

Lo que sí se le ocurrió a Duverney Pareja es amenazar a la población con razonamientos si no ahorran agua. Duverney intenta echarle la culpa a sus gobernados por su falta de gestión en lugar de asumir su responsabilidad en la gestión adecuada del suministro de agua, especialmente cuando aludido municipio tiene una sobrecarga de turistas. El alcalde parece priorizar el suministro de agua para los turistas en lugar de garantizarlo para su propia comunidad, y es tan conchudo el tipo que los despide diciéndoles que “Dios los bendiga”.

Tanto el alcalde de Filandia como el gobernador del Quindío, cuenta con todo el poder suficiente para darle solución al problema de los cortes del servicio de agua. Sin embargo, su incompetencia los convierte a ambos en dirigentes incapaces. Duverney tiene el poder (cuando él lo requiera) de exigirle a Empresas Públicas del Quindío (EPQ) invertir lo necesario con el fin de corregir los defectos de la prestación del servicio.

El gobernador posee múltiples poderes administrativos que podrían utilizarse para garantizar el agua a Filandia y a su municipio natal de Salento. Aunque Salento tiene gobernador propio, parece que poco le importa el sufrimiento de su gente debido a los cortes en el suministro de agua. ¿Pero hay necesidad de buscar responsables? Claro que sí: es tan responsable el gobernador del Quindío como el alcalde de Filandia y de Salento que no han hecho lo suficiente para mejorar la situación.

Y los incompetentes de EPQ siempre se salen con la suya diciendo que las interrupciones del servicio de acueducto se debe “al lodo en bocatoma”. Nunca aceptaran los politiqueros de EPQ que la solución está en ampliar la capacidad de los tanques de almacenamiento por el alto flujo de turistas (o población flotante) que requieren el líquido. Debe de saber el inexperto gerente de EPQ, José Alejandro Guevara, que existe un estudio donde establece la capacidad de carga para los puntos principales de Salento. Ahí se se lo dejo para que lo lea. (Ver Capacidad de Carga turística de Salento).

Y como dice el otro inexperto alcalde Filandia: “que los Dios los bendiga”.

El Quindiano le recomienda