El alcalde del municipio de Calarcá Sebastián Ramos se vio obligado a salir a las redes sociales con un vídeo donde rectifica información presentada durante la campaña política que lo llevó a la alcaldía de la segunda ciudad del Quindío. El alcalde Ramos dijo tres mentiras, o hizo tres calumnias en la campaña política, para ganar adeptos, y ahora él mismo reconoce que no tenía ni tiene pruebas de lo que afirmó. Primero, dijo que el gerente para entonces de Empresas Públicas de Calarcá — EMCA—, el señor Kurt Wartski había desangrado durante 20 años las finanzas de la entidad; segundo, que EMCA era la caja menor del gobierno del continuismo, es decir de la alcaldía de Luis Alberto Balsero; y tercero, que la junta directiva de EMCA y su gerente habían desviado fondos del costo medio de inversión para el alumbrado público. Todas las afirmaciones resultaron falsas. Pues, como se presumía, el entonces candidato a la alcaldía Sebastián Ramos fue denunciado por calumnia. En la audiencia de conciliación, el ya alcalde Ramos dijo que no tenía prueba alguna de esas afirmaciones y que estaba dispuesto a decirlo públicamente y a pedir disculpas. Y lo hizo, a través del siguiente vídeo… juzguen ustedes…
Las mentiras de campaña del alcalde de Calarcá II
Lo más curioso de esta retractación pública es que el alcalde la hizo el pasado viernes 5 de abril a través de sus redes sociales, pero, sorprendentemente, la había borrado al día siguiente. Cuando varios medios fueron a mirar nuevamente el vídeo, ya no estaba en las redes de Ramos, lo había borrado. ¿Por qué lo borró si era un compromiso mantenerlo allí como aceptación de la mentira y para cumplir con la retractación pactada por la conciliación con los afectados? No habla muy bien del alcalde Ramos esta retractación, pero mucho menos la forma como quitó el vídeo que se comprometió a publicar para, de alguna manera, resarcir el daño que le había hecho al señor Kurt Wartski, al exalcalde Balsero y a los miembros de la junta directiva de EMCA.
Las mentiras de campaña del alcalde de Calarcá III
Qué bueno que los ciudadanos se comprometan a denunciar a aquellos políticos que por conseguir adeptos llenan las campañas electorales de mentiras. Sabemos que en el caso de Calarcá el señor Kurt no ha sido una ‘santa paloma’, como tampoco el saliente alcalde Luis Alberto Balsero, pero se les abona que en las acusaciones directas que hizo el candidato Ramos, no había pruebas para inculparlos, por lo tanto, resolvieron limpiar sus nombres a través de una demanda penal. Y, aquí, el que quedó en deuda fue el propio Ramos, porque se probaron, de su propia voz, las mentiras que dijo. Y, ahora, ¿quién podrá creerle a Ramos? Tendrá que hacer el alcalde muchos esfuerzos para recobrar la confianza y la credibilidad, perdida apenas a los primeros 100 días de su gobierno.