Manuel Gómez Sabogal
El 22 de abril, el escritor Eduardo López me envió dos fotos que me dejaron impactado. Bancas en mal estado en el centro comercial de cielos abiertos. Es decir, en pleno centro de Armenia.
¡Qué pena del doctor! ¡Qué dirán mis amistades! Mejor dicho, me dio pena ajena. Ese no es un mobiliario digno de Armenia. Porque todos hemos pasado por allí, por la plaza de Bolívar, el parque Sucre, el parque Fundadores y las bancas son esenciales y además, no solo deben lucir, sino que son buenas para un descanso, la lectura de un libro, la charla con un amigo, el ver pasar a la gente.
Pero es un horror de aquí a Pekin ver esas bancas y creer que esta es una ciudad turística o que estamos listos para atraer a turistas extranjeros.
El civismo debe renacer, porque en verdad, hace rato desapareció como por encanto. Lo que vemos a diario, según me escribió Bertha Lucía Muñoz Cano, es muy triste:
Manuel ayer en una publicación del Quindiano, varias personas expresamos nuestro descontento al ver la ciudad sumida en el abandono total.
El domingo en el recorrido de la marcha, desde el Parque Fundadores (bonito porque fue recuperado por personas cívicas) hasta la Plaza de Bolívar y subiendo por la peatonal hasta el Parque Sucre, digo que causa tristeza ver como la indigencia se apoderó del Centro, la Plaza de Bolívar, la Calle de Cielos Abiertos etc… ahora convertidas en un muladar, el mobiliario acabado y la poca ornamentación mal tenida.
Han pasado 100 días de mandato de los Alcaldes, y en las diferentes ciudades hemos visto, cómo las han aseado, las han organizado, además hablan de Proyectos, y de los que ya están en ejecución, mientras la Ciudad Milagro sigue estancada, el progreso tampoco es la prioridad de esta Administración!
Sin embargo, recordé que hace un tiempo, le envié unos modelos al anterior alcalde, José Manuel Ríos, pero nada sucedió, aconteció, pasó, ocurrió. Es decir, era más fácil terminar una costosísima vía entre el centro comercial Portal del Quindío y la Avenida Centenario que, a hoy, cuesta casi el triple de la “inversión” inicial.
No sé cuánto pueden valer las bancas cuyas muestras le envié a José Manuel y ahora, después de que el escritor Eduardo López me mostró esos esperpentos, le remití esas muestras al nuevo alcalde, James Padilla García, porque podemos hacer de Armenia un lugar diferente y agradable, si algún día se ponen esas bancas alusivas a los libros.
Estoy seguro que el señor alcalde lo va a hacer. Así sean pocas, para empezar, pero lo va a hacer. Se pueden elaborar con base en libros de escritores quindianos. Frases, escritos, carátulas.
Los modelos han sido extraídos de los que he visto en otros países como Bulgaria, Turquía y ahora en España. Son especiales y en verdad, dan una sensación diferente. Son ejemplos para un pueblo que debe ser ciudad del siglo XXI.
Si no pudimos lograr que Armenia se convirtiera en una ciudad del siglo XXI cuando llegaron tantas ayudas del extranjero después del terremoto, podemos hacerlo ahora y mostrar que sí se puede lograr.
Luchemos por Armenia y por el Quindío. Nuestra tierra es pequeña y si los alcaldes piensan en que sus pueblos deben atraer el turismo, la cultura debe brillar en cada uno de los pueblos.
Que sea el Paisaje Cultural Cafetero y que nos sintamos orgullosos de cada uno de los pueblos. Que los visitantes vean que aquí sí hay civismo y que empezamos a cambiar…