Por Jota Domínguez Giraldo

La entrada: “Cuando no tomas una postura en contra de la corrupción, entonces la apoyas”. (Kamal Haasan).

NUESTROS CONGRESISTAS COLOMBIANOS.

Ya son varios los artículos publicados por el suscrito, en los que hago referencia al Congreso de la República, integrado por senadores y representantes a la Cámara, senadores elegidos nacionalmente y representantes a la Cámara elegidos departamentalmente.

Sobre estos he expresado el inmenso poder que les da la Constitución Política, que a través del artículo 374, les permite “reformar la Constitución mediante actos legislativos propios de sus funciones, y aprobando convocatorias para una asamblea Nacional constituyente o para un referendo. Ese poder no lo han visto los colombianos y los electores.

Desde que este gobierno “del cambio” del presidente Petro se posesionó, en 10 artículos aproximadamente, he explicado que todo lo que quiere el actual presidente, será posible si los congresistas se lo aprueban. Y aquí todo el día culpan a Petro de las reformas, pero no miran lo que están haciendo nuestros representantes en el Congreso.

Hemos hablado de las “coimas”, de los arreglos, de la mermelada o  como se llamen esos apoyos al Presidente, pero conducentes a lo que quiere y pide el presidente, lo cual no quiere decir por mí que los proyectos que quiere el presidente y buscar su aprobación sea malo, ; lo que quiero decir es que todos los cambios serán posibles si el Congreso quiere y lo aprueba. Y muchas veces para que quiera y apruebe, será necesario darles plata a través de obras, o en efectivo para que digan que sí, y el gobernante pase tranquilo sus reformas.

Eso no es nuevo. Muchos congresistas se han enriquecido de esa manera, cargando la plata que les dan los presidentes y los ministros; solo que eso ahora lo llaman “mermelada”, la misma mermelada que muchas veces utilizan desde las gobernaciones y alcaldías con los diputados y concejos municipales para que los proyectos tengan resultado.

De manera que lo que molesta realmente al país, es que se utilice la plata de los pobres pobres, a quienes engañan diciéndoles que les darán agua, y se la roben para dársela a los congresistas para que le apoyen las reformas a Petro. “Si no hay plata no hay reformas”. Esa es la rabia del país. Y en las reformas donde no hay plata, los votos podrían ser negativos. Y, ¿dónde queda esa representatividad para que le pidan al gobierno los proyectos locales o regionales, por ejemplo en el Quindío?. Necesitamos un embalse y de eso ningún representante habla; necesitamos la vía Calarcá a La Paila y no se oye nada; necesitamos mejorar los hospitales del departamento y no se oye nada de eso; necesitamos mejores precios para los cafeteros; necesitamos obras para mejorar el empleo y nada de eso; en fin, lo que necesitamos es que los quindianos entiendan que al Congreso deben ser elegidos aquellos quindianos que están dispuestos a ayudarle al departamento. Y si no, pues para qué los elegimos.

Algo parecido le ha sucedido al Quindío en las últimas gobernaciones, donde se elige un gobernador para que le gane a los otros candidatos a la gobernación, lo elegimos solo para tener la satisfacción de ganarle al enemigo, pero no eligen buenos gobernadores, se elige para ganarle al rival, pero de resto, nada más.

Por eso, es preciso poner cuidado de aquí en adelante en cómo van a votar los congresistas los proyectos que les presente el gobierno, y si son tan importantes y tan necesarios para nosotros, que esos proyectos deban ser aprobados. De lo contrario sabremos donde estuvo el interés, si en favorecer a los quindianos o en recibir las coimas. Muchas veces esas reformas que piden los presidentes o los ministros, o los gobernadores, o los alcaldes, se ve que fueron aprobadas en las fincas, en los mercedes benz, en las toyotas, en fin, así es como el público elector se da cuenta cómo votaron los congresistas, los diputados o los concejales, si a favor o en contra.

EL CONTRAATAQUE.

A la forma como los gobiernos pagan los apoyos de los congresistas, diputados o concejales, hoy se les llama “mermelada”, para semejar el dulce sabor de la plata que les deja esos votos positivos.

Pero cuando un integrante del gobierno sale a decir sus verdades, ejemplo Olmedo López acusando al gobierno de Petro con los carrotanques de La Guajira, que además podría ser toda la verdad, entonces salen desde el gobierno a decir que ese “Olmedo” era el mayor ladrón del mundo; y si era el mayor ladrón del mundo, porqué lo nombró el gobierno de Petro o para qué.

Esa es la costumbre en Colombia. Cuando salen a denunciar todas las triquiñuelas de todos los gobernantes, inmediatamente salen a decir que quien los acusó era un ladrón peor que los denunciados.

Lo que tienen que hacer los gobernantes serios es investigar, no taparle nada a nadie, acusar si es necesario y urgir que se castigue prontamente, y no escudar y defender a los bandidos. Por eso a los gobernantes se les cae rápidamente la confianza ciudadana. Funcionario público que no trabaje o no preste el mejor servicio, o que robe, pues que se vaya. Y punto. Ahh, y que lo condenen.

RECINTO GASTRONÓMICO DE MONTENEGRO.

Imagino al gobernador Juan Miguel Galvis tratando de tapar todas las cosas malas que dejó la administración anterior de Roberto Jairo, administración a la cual Galvis perteneció y de la cual fue su candidato a gobernador. Por donde usted mire hay retrasos en obras, en entrega de las mismas, no las han terminado en las fechas propuestas, no han cumplido actividades anunciadas desde el gobierno pasado, y en fin, un gobernador tratando de no hacer quedar mal al gobernador anterior, tapando y prometiendo que “ya casi entregamos”, “ya casi iniciamos”, ya casi terminamos”.

Aparte de eso, el gobernador Galvis tiene sus propios proyectos, a los cuales seguramente dedicará tiempo, tiempo que le quita tapar “los rotos” prometidos por la anterior gobernación.

A eso, súmele los recintos gastronómicos prometidos a los municipios y sin una clara posibilidad material de hacerlos, los próximos juegos nacionales anunciados, las casetas de café municipales. Bueno, dejemos ahí. Pero lo imagino sin poder celebrar por ahora. Los secretarios, excepto Felipe Robledo secretario de cultura, además porque su trabajo se ve y se siente, ha llegado con gran facilidad a los municipios con sus mensajes llenos de cultura, de brisas y calor musical bien calificadas, lo cual invita al aprecio y a la felicitación. 

Ojalá el gobernador Galvis no mienta por las demoras y por las fallidas entregas de trabajos no hechos por la gobernación anterior, y diga realmente que está pasando en su gobierno con tantos compromisos adquiridos, pasados y presentes. Le irá mejor, será comprendido si no miente. Y le entenderemos y apoyaremos su franqueza. 

Aporte de los lectores: Mauricio Torres, abogado, lector de elquindiano.com, nos adjunta el poema “El amor como un río”, ganador del concurso “Casa Silva”, de Cristina Maya, hija del gran poeta colombiano nacido en Popayán Rafael Maya. Su aporte y publicación se hace a propósito del tema sugerido y publicado la semana anterior (definición del “amor” por niños de 4 a 8 años) por el querido lector y gran señor, Andrés Betancourth. (Con gusto).

Título: “EL AMOR COMO UN RIO”.

Por Cristina Maya

El amor como un río sin fronteras ni límites,

El desvelado amor que aún palpita en el vacío de la noche,

En el rincón oscuro, en el refugio donde el fuego se aviva,

En la inquietante ondulación del aire.

Amor que no se atreve, que mira de soslayo, que se esconde,

amor de la mirada, que ansía, que deleita y delira,

amor que aguarda siempre, que olvida las palabras,

que solo pronuncia un mismo nombre repetido.

Amor a la distancia estando cerca, amor sombrío, el de la noche extinta.

El que imagina lejanos mares,

naufragado en una playa de noches siderales, “de lejanos relámpagos,”

el siempre ausente, el que vuelve y se aleja:

“Como otra nave entre tus naves, regresa siempre mi nostalgia.”

El que divaga en tumultuosas calles, en extranjeros mundos.

El de las tierras desiertas, el de la muerte.

El de las noches con “una estrella de menta que enciende toda sangre.”

Amor taciturno, como una flecha hincada en la piel,

aprisionado en la estancia secreta,

en un bosque de almendros donde la primavera nunca muere,

amor que no claudica, el que se vierte en la primera sangre

y aguarda en la alcoba entre los blancos velos,

amor traicionado, tormentoso, el de los amantes furtivos,

el que se niega, y se oculta…

Amor perdido, ignorado,

olvidado por siempre entre las fechas de un oscuro almanaque.

El que nos punza y nos hiere,

el que nos acoge y redime.

El amor como un río,

que no cesa,

que no cesa.