Los perros se han convertido en una amenaza para la biodiversidad en Colombia y en el mundo. Investigadores, señalan que existen diversas problemáticas como la transmisión de enfermedades infecciosas, depredación o interferencia en la comunicación de la fauna que son causadas por el ingreso en áreas protegidas o el contacto de perros con otras especies.

Vulnerables

Especies como aves, mamíferos, reptiles y anfibios son vulnerables frente a esta situación, a lo que se suma, aquellas que están en categoría de amenaza, las cuales pueden ser más susceptibles: los osos andinos, los tigrillos andinos y varias especies de aves endémicas. Esto resulta aún más grave cuando se suman datos como los que recientemente se aportaron por parte del Fondo Mundial para la Naturaleza, WWF, quienes en un informe resaltaron que el 70% de la fauna silvestre del mundo ha desaparecido (desde 1970) como efecto de la actividad humana.

Proyectos de conservación:

Desde el proyecto de Conservación del Tigrillo Andino, Valentina López Velasco, estudiante de biología de la Universidad del Quindío, destacó: “hemos tenido bastantes registros de perros en Risaralda, en la Serranía Alto del Nudo (319 registros), DCS Campoalegra (15 registros), DRMI Cuchilla del San Juan (18 registros) y DCS Barbas Bremen (40 registros). En mi tesis de pregrado obtuve un total de 275 registros en el Corredor Biológico Guácharos-Puracé”.

Categorías

Para abordar el tema, es necesario conocer que son varias las categorías de perros que ingresan a áreas protegidas: perros con dueño (los dueños que descuidan a sus mascotas ignoran que cuando se escapan pueden atacar a la fauna silvestre o infectarla con enfermedades si no están vacunados); perros de vida libre (ingresan a las áreas protegidas y afectan a la fauna silvestre. Estos perros conservan el contacto con los humanos); y perros ferales (no tienen contacto alguno con los humanos. Son feroces y depredadores implacables que se alimentan de la fauna silvestre).

Amenazas más preocupantes:

Como amenazas más latentes que enfrenta la fauna silvestre: la transmisión de enfermedades infecciosas; la competencia a escala intragremio, la depredación y con esto la extinción de algunas especies en el mundo. “También algo que me gustaría mencionar es que en ocasiones los carnívoros silvestres son culpabilizados por las comunidades cuando existen casos de depredación de animales domésticos en sus fincas. En muchos casos, son perros que atacan al ganado u otros animales domésticos, pero la gente culpa a los pumas, los osos u otros carnívoros”, señaló la investigadora.

Los perros pueden actuar como reservorios de patógenos y transmitir Leishmania spp. (leish-maniasis), Leptospira interrogans (leptospirosis), Toxoplasma gondii (toxoplasmosis), Neospora caninum (neosporosis), Dirofilaria immi-tis (dirofilariosis/dirofilariasis), Brucella canis (brucelosis), Sarcoptes scabiei (sarna), Echinococcus spp. (equinococosis), Rick-ettsia rickettsii (fiebre maculosa brasileña), diferentes virus caninos (p. ej., virus del moquillo, adenovirus, coronavirus, herpesvirus, parvovirus), virus de la rabia, entre otros patógenos, tanto para humanos como para la vida silvestre.

Recomendaciones:

Frente a las recomendaciones para atender la problemática, la investigadora resaltó que estas “van encaminadas a poner sobre la mesa de los tomadores de decisiones (las autoridades ambientales y gubernamentales) esta problemática y en función de eso tomar acciones al respecto.  Nosotros en este proyecto llevamos trabajando 3 años en pro de la protección del tigrillo andino y con él la fauna silvestre, hemos realizado varias acciones que comprenden la vacunación de más de 300 perros con un esquema que previene contra 6 enfermedades Distemper canino (Moquillo), Adenovirus canino tipo 1 (Hepatitis), Adenovirus canino tipo 2 (Laringotraqueítis), Parvovirus canino, Parainfluenza canina y virus de la Rabia, esto en 7 áreas protegidas y 12 localidades”. Así mismo, han realizado jornadas de esterilización con 50 perras y su objetivo es continuar implementando estas acciones en más localidades de la mano de la comunidad.

“Es importante darle visibilidad a esta problemática para que personas con filosofías animalistas o mascotistas, no desvíen la atención del problema real y se deje de priorizar a toda cosa los perros y gatos domésticos sobre la fauna silvestre. No podemos permitir que esta problemática tome más ventaja de la que tiene gracias a la negligencia de los tomadores de decisiones y que nuestro actuar se reduzca a ver la extinción de las especies de nuestros bosques”.