• SÁBADO,  18 MAYO DE 2024

Columnistas  |  06 mayo de 2024  |  12:00 AM |  Escrito por: Carlos Alberto Agudelo Arcila

Palabra a palabra mi existir…

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Carlos Alberto Agudelo Arcila

Carlos Alberto Agudelo Arcila

I

CASA DE verde vacío y de sangre y luz y de sombras en la savia. Refugio del acaecer en el verde mate. Verde genuino de los buenos días. Tiempo recubierto de perejil y de apio y de verdolaga. Verde en jaula construida con aroma de tomillo. Verdes por extramuros de sus matices más allá de los ciento veinte verdes hasta alcanzar su infinitud en el crepitar.

II

MIENTRAS LLUEVE una gota pende del tubo que sostiene el aire del patio.

Gota: lágrima suelta del agua de este firmamento azul hace un instante como el día de fresas en el cesto de la bailarina del sol naciente.

La lluvia se convierte en aguacero. El aguacero se torna en lluvia sin fin sobre la tumba de César Vallejo.

III

LA PALABRA corre...

Puntos suspensivos.

Los suspensivos puntos van hacia lo imperecedero mientras se difuminan en la palabra incierta hasta dispersarse en el lenguaje apuntillado por lo efímero de la palabra misma.

Puntos suspensivos.

Y…

IV     

A LO lejos se observan comas y negrillas pálidas al perder la voz de su designio la palabra. Palabra conceptual y precisa para designar el pan de cada día o un sortilegio en el sudor de la frente o el deceso de la hormiga en el laberinto de azúcar o la herrumbre en alguna entrada sin puerta.

Palabra libre de no nombrar el abismo donde cae sin eco no sé qué…

V

DESDE EL sitio donde cuelga el cuadro de los seis demiurgos viajo hacia la parte occidental del lugar preciso donde sucedió el postrero canto del gallo antes de Pedro el discípulo negar a Jesús de Nazaret. Detengo mis pasos sobre el riel del tiempo para mirar hacia atrás. Me veo hace un instante cuando entré a comprar en una fonda el no sé qué de siempre… Al salir de dicho local me diviso polvoriento y de un momento a otro me convierto en polvo peregrino listo a venir hacia este yo propenso a bromas de la pareidolia.

VI

ENCUENTRO EN mi caminar polvo estoico. Desempolvo el polvo y me topo con la piedra en el zapato. Piedra blanda y dedo ensangrentado y paso trunco y camino ideal para ser recubierto por mis metas de nada.

VII

DIFÍCIL EL día y la noche y el tiempo en su extensión. Algo se diluye en la sangre. Algo transforma las entrañas. Algo semejante a una tarde sin fin decolora el mundo. Algo denso e infinito como daga cinceladora de muerte. Alguien se abstiene de abrir la puerta por donde se llega a un universo paralelo donde solo germina un jardín de flores negras.

VIII

VERBO DE la poesía.

Poesía del verbo.

A todo instante verbo eres de la poesía.

Sin intervalos poesía y verbo acontecen. Verbo mimetizado en el pedrusco cuando el arroyo canta en su piel de lama. Poesía del viento desgaja la arboleda: un sinnúmero de hojas rueda en dirección al vertedero. El crujir del devenir es constante eco a través del rayo de sol cuando pega en ojos del ciego.

IX

EN El tejado de la casa donde ellos habitan algo insólito sucede. Acontecer imposible de desenmarañar porque en ningún lugar del mundo existe una escalera por donde puedan subir fantasmas a investigar la causa de este caso extraño en el tejado de la casa donde ellos habitan...

X

ESPECTROS DE la casa por construirse perciben crujidos cuando el día abre ventanales a la noche.

XI

“Yegua de la noche”: sobre la yegua de crin trenzada el jinete del tiempo.

Espantos montan en caballos de la noche.

Shakespeare se asoma a divisar “la pesadilla y sus nueve potrillos”.

XII

Labios pintados de rojo resaltan su última sonrisa: la belleza le da otro semblante a la muerte.

XIII

Una palabra se ordena a sí misma para decir Silencio.  

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