Guillermo Salazar Jiménez

La decisión de viajar para conocer a París lo deslumbró y la posibilidad de aprender los novedosos conocimientos de la Planificación Educativa colmaron sus expectativas de investigador y maestro. Además de la satisfacción por la beca para realizar el posgrado, a Rusbel Caminante lo cautivaron las palabras del Decano de la Facultad de Educación al entregarle la resolución que la otorgaba: Usted va a estudiar y avanzar sus conocimientos como apoyo de la universidad para transformar a Colombia.

Palabras cuyo significado plantean un objetivo básico de las becas anunciadas por el gobierno nacional, expresó Rusbel, porque la suma millonaria destinada a formar miles de futuros profesionales tiene que contener la visión de cambio. La ampliación de cobertura y el acceso equitativo de los más pobres a la educación superior son excelentes acciones gubernamentales, pero, de cara al futuro, es necesario que dichos becarios tengan claro las necesidades del país que ellos van a ayudar a solucionar. Cada becario tiene que ser un ciudadano comprometido, tanto con el qué va a estudiar, como con el para qué se formará.

Juanita Lectora recordó al maestro Paulo Freire porque defendió la educación comprometida y liberadora. A propósito del para qué de las becas, destacó la idea de Freire según la cual sería iluso lograr el cambio social para transformar la escuela; esta es también factor impulsor de los cambios sociales. Por ello resulta apremiante integrar los intereses particulares de los futuros becarios con el tipo de programa a cursar, objetivos, contenidos y procesos del enseñar y aprender. Juanita pensó sobre la importancia de incorporar varias estrategias informativas al proceso de selección de los becarios para fundamentar su compromiso con los problemas colombianos sin resolver.

Se trata de la ética universal del ser humano enseñada por Freire, subrayó   Juanita Lectora, rasgo distintivo de la naturaleza del ser humano e inevitable para la convivencia, construida social e históricamente cuando participa de la transformación de la sociedad. Lo citó, “Ninguna teoría de transformación político-social del mundo me conmueve al menos, si no parte de una comprensión del hombre y de la mujer en cuanto a seres hacedores de la Historia y por ella hechos, seres de decisión, de ruptura, de opción. Seres éticos, igualmente capaces de transgredir la ética indispensable.”

Para no dilapidar el dinero invertido con las becas y, peor, la esperanza de pobres y discriminados de Colombia, Rusbel Caminante apreció las válidas enseñanzas de Paulo Freire sobre el sueño de un mundo mejor a base de la ética construida sobre la concientización y la lucha social, la integración de la utopía con las realidades sociales. Las becas deben abrir las puertas del saber, también convertir el sueño de que la universidad sea de verdad una fuente de cambio. Concluyó con Freire, “cambiar el mundo es tan difícil como posible. Es en la relación entre la dificultad y la posibilidad de cambiar el mundo que se evidencia la importancia del papel de la conciencia en la historia, de la ética y de la educación y de sus límites.”