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Cultura  |  18 marzo de 2024  |  12:19 AM |  Escrito por: Administrador web

Crónicas de un viaje a la semilla, Parte 2

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Ruinas del antiguo edificio de Bavaria en Armenia

Gloria Chávez Vásquez

Mi suelo natal, es ahora una urbe que empieza a maquillarse. Como en toda metrópolis, la buena voluntad, aun ingenua, de los cuyabros, es explotada, de día por los encantadores de serpientes y asediada por los vampiros en la noche. En ese sentido es como Ciudad Gótica.

Por si las ruinas visibles son huella suficiente de su historia, en Armenia existen varias obras fantasmas que cuentan de hazañas no muy antiguas. Los espíritus de antaño habitan aun esos espacios abandonados.

Está la plaza de toros, ya clausurada porque la ciudadanía es consciente de la crueldad hacia el animal que es el toro y que la tortura no es ni arte ni es cultura. Paradójicamente, la plaza ha quedado como un monumento a la compasión. Un sitio sagrado o encantado al que ni administradores ni autoridades se atreven a tocar y mucho menos a demoler. Algunos esperan la resurrección de las corridas; los más cultos ven en ella un teatro al aire libre; los ecologistas prefieren un vivero. El tiempo lo dirá. En Armenia es el que decide todo.

Monumento a la cerveza circa 1970 AD. Situado al lado de Unicentro, el más reciente centro comercial, yace en ruinas y rodeada de yerba mala, la otrora sede de la fábrica de cervezas Bavaria. Según cuentan, el propietario del lote, lo está “engordando” para venderlo al mejor postor. Talvez si lo abriera al turismo arqueológico resultaría más rentable.

La posada alemana Circa 1985 AD. Época en que los emperadores de la droga se movían en Colombia como peces en el agua. La infame estructura fue una especie de villa construida por Carlos Lehder, como meca del vicio y el libertinaje. La resiliente Naturaleza se encargó de destruirla gradualmente. Ahora es la marca de la justicia del tiempo, que como dijo Wilde, es lo que sitúa los valores. En el extenso lote se han planeado varias obras sociales que nunca han cuajado. Quizás un parque, un ancianato, un orfelinato, con el dinero incautado o ¿por qué no?, con el producto de las ventas del libro y la película del capo más famoso del Quindío. Sería el principio de un más noble legado de Lehder para reivindicar los daños y perjuicios a su tierra natal.

La estatua de John Lennon erigida a la entrada de la posada alemana, la caricaturesca obra del Maestro Rodrigo Arenas Betancourt, y una sublime crítica social; la escultura del drockero desapareció hace unos años, “secuestrada” por algún ladrón melancólico de la época.  

La sombra de un puente

Paralela a un puente recién construido en el sur de la ciudad, permanece como sombra oxidada, la estructura del anterior; ¿No se le habrá ocurrido a Obras Públicas reciclarla y utilizar el metal para reforzar otros puentes que han colapsado? La pregunta del millón. Los contratistas, constructores y administradores aluden al alto costo de armar o desarmar, que casi siempre equivale al doble o al triple del real. ¿Será imposible conformarse en este mundo con un costo justo y adecuado?

Una tarde con amigos en Armenia.

Las Tertulias

La tertulia es aún una actividad muy apreciada por los colombianos. Para los quindianos es un arte de nivel espiritual que hermana las almas del pueblo. Una tarde cultural consiste en reunirse con amigos a tomar café o aguas aromáticas (té) y a conversar de los temas diarios. Es un rato que abarca más allá del tiempo y la distancia. Es un viaje al pasado pasando por el presente y el futuro. Es una experiencia que se expande si los presentes son ávidos lectores. 

Notable, eso sí, es la amplia presencia cultural, gracias a los esfuerzos y el tesón individual y colectivo, sedientos de actividades y apoyo gubernamental. La música, la danza, el teatro experimental han dado fruto en los centros sociales y educativos gracias a personas amantes, gestores y promotores de la cultura como Alber Deylan que desde su blog personal Punto Aparte informa meticulosamente la agenda cultural del eje cafetero.  Los dos periódicos principales La Nueva Crónica y El Quindiano reportan la actividad cultural desde sus páginas.

Un ejemplo de esa dedicación es la Academia de Historia del Quindío celosa guardiana del legado que corresponde a la región cafetera. Necesitada de su propia sede, miembros y directivos realizan sus valiosas actividades en espacios facilitados por la Universidad del Quindío y el Museo Quimbaya. Los académicos, entre escritores, historiadores y arquitectos, forman una comunidad que resguarda la historia de la región para futuras generaciones. 

Los armenios cultos sueñan con la construcción de un teatro municipal en el que realizar obras clásicas y modernas. Soñar no cuesta nada, pero el día que el tan deseado teatro materialice y los historiadores tengan edificio propio, será la señal de que por fin en el Quindío se ha legitimado la cultura.  

Ya en los años 80 se pedía a alcaldes y gobernadores que destinaran fondos para construir una Casa de la Cultura que nunca materializó. Según uno de ellos, “ya había una en Calarcá”. La prioridad, añadía, eran los fuegos artificiales, los reinados para celebrar durante las fiestas de octubre y el aniversario de la ciudad.

La elucubración prevalente del ciudadano de a pie, a los desafueros y entuertos del gobierno local, es que las administraciones no son independientes, porque la agenda la dictan los narcos o los caporales. Eiber Arias Calle, escritor manizaleño, razona que “la ciudad vive secuestrada con la anuencia de sus habitantes” o con el lema acuñado por Pablo Escobar “plata o plomo” adaptado a “plata o plata”. Lo que sí es un hecho, es que el dinero del rico presupuesto recolectado en el eje cafetero con los altos impuestos, hasta por reírse y ser felices, se esfuma en cada periodo administrativo sin que se vean muchas de las obras tan necesitadas por los contribuyentes.  

Armenia, Ciudad Universitaria:

Lideradas por la U. del Quindío, la Gran Colombia, San Buenaventura, politécnicos y centros como el Instituto Humboldt, las universidades albergan un sinnúmero de estudiantes de todo el país. Dichas instituciones tienen sociedad con centros internacionales como el Colombo-americano y el Colombo-francés. Los intercambios estudiantiles, que comenzaron en la década de 1960 brindan oportunidades a cada vez un mayor número de estudiantes que van y vienen a todos los rincones del planeta.

Fuga de Cerebros

No es por falta de oportunidades educativas que Colombia y el Quindío carecen de un sólido liderazgo. Hasta épocas recientes Colombia tenía uno de los índices más altos en educación a nivel internacional. El actual presidente de la Academia de Historia del Quindío, Armando Rodríguez Jaramillo atribuye la inercia actual del liderazgo, a la fuga de cerebros, y el departamento cafetero es uno de los más afectados por la emigración. Los jóvenes más talentosos se especializan en el extranjero y muchos escogen radicarse fuera.  A esto se añade la compleja dinámica política-ideológica que se teje alrededor de los enormes presupuestos. Colombia es pues un país rico que padece de pobreza por el continuo desangre de sus recursos.

Las librerías

En Armenia y el Quindío, la lectura se promueve activamente desde todos los niveles. Las universidades locales y nacionales patrocinan programas y talleres de escritura y lectura que son referentes en todo el país. Debido al libre acceso en la internet de libros clásicos y modernos, las librerías en Armenia son pocas, pequeñas y más bien especializadas. La libélula lanzó a fines de febrero pasado, el libro reciente del escritor Rubén D. Flores La moneda de Bizancio. Librería Pensamiento Libre y Baldor entre otras más pequeñas o que actúan también como papelerías. Muy popular es el rastro de los libros viejos en el pasaje Yanuba y la venta de libros en ferias o festivales de la ciudad.    

El propietario de la librería De la Mancha, Jorge Cárdenas, lamenta la práctica innoble de la piratería no solo en Armenia y el Quindío sino en toda la nación y que afecta enormemente a las editoriales, librerías y por ende a los autores. Uno de los más afectados es el escritor e historiador Jaime Lopera autor con su esposa Marta Bernal Murillo, de exitosos libros en el mundo empresarial como La culpa es de la Vaca y Carta a García, una envidiable obra educativa que bien puede ser utilizada en el currículo universitario. Sumamente apreciada en los países más desarrollados, irónicamente los dirigentes en la enseñanza no le ven un valor aplicable a este tipo de literatura. Un grave síntoma de la falta de imaginación en los que se precian de estar educando a los futuros lideres de la nación.

Próxima entrega La Federación de Cafeteros y su papel en la cultura

Gloria Chávez Vásquez escritora, periodista y educadora reside en Estados Unidos.

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