Hace unas noches, me senté a ver el partido del Deportivo Pereira contra el Boca Juniors de Argentina, esperando que el Pereira hiciese una buena presentación ante el equipo argentino y que ganara. Era la tercera vez que un equipo de la región se enfrentaba a un coloso de kilates.

Antes, fue el Once Caldas de Manizales en el año 2004, cuando ganó la Copa Libertadores de América ante el encopetado Boca Juniors.

Recordé que en Argentina, el Deportivo Pereira había perdido 2 - 1, pero estaba seguro que en Pereira, todo sería diferente y ganaría. Lo cual sucedió. Me sentí eufórico al ver un equipo que le puso corazón a ese partido.

Mientras tanto, un deslucido Deportes Quindío empataba en los cuadrangulares de la B. Y no tenía victorias, estando en la etapa final del torneo. Es decir, duele que suceda esto también.

Vale decir que los integrantes del Deportes Quindío, TODOS, ¡son mediocres! No se pueden defender, porque no tienen agallas y no son capaces de demostrar que esa camiseta vale oro.

Estadio casi vacío ante la inoperancia, inexperiencia, falta de coraje de unos que se dicen jugadores.

No pueden hacerlo, porque no les duele el equipo, la tierra y esa falta de identidad la tienen, porque ni el innombrable dueño del equipo conoce estas tierras. Nunca le ha importado ser dueño de qué...

Quintabani ya se acostumbró a la derrota, a perder. Conoció una época dorada, pero ahora, se le fue, porque rodeado de mediocres, nada más puede hacer.

Todos se acostumbraron a perder. El único que gana es el dueño, pues solo le importa comprar y vender como si estuviera en feria de ganado. Y gana.

Me duele ver gente que todavía va al estadio con su camiseta con la V de la victoria y se encuentra con un equipo que no es equipo, sino un remedo.

Parece que nunca les importó sino pararse en una cancha y jugar a nada. ¡Vergüenza! Con un deportes Quindío malogrado.

¡Vergüenza! Porque han pasado muchos años y a nadie importa lo que sucede con un representante de la región.

¡Vergüenza! Pereira nos está dejando rezagados.

¡Envidia! De un Deportivo Pereira que sale a una cancha a buscar lo mejor, a recordar que es campeón nacional y que quiere mostrar la mejor cara en un torneo internacional. Que se fijen no solo en el equipo sino en su ciudad y la región.

¡Envidia! Hasta su equipo, el Deportivo Pereira es mejor que los mediocres de la recocha del Deportes Quindío.

Muchos van al estadio a ver jugar al Deportivo Pereira. Llenan el estadio, vibran con su equipo y son felices viendo cómo juegan.

Preferimos ver ganar a un Nápoles u otro equipo que de la B pasa a la A y los aficionados vibran como lo hace ese equipo. Sucedió en Alemania con el Heidenheim.

El Heidenheim remontó con dos goles en un descuento de 15 minutos: un gol en el 92' de penalti y otro en el 98'. Y logró algo histórico: su primera vez en la historia en Bundesliga. Pertenece a un pueblo de 70000 habitantes y es la primera vez que pasa a la A.

Y pueden existir más ejemplos de equipos batalladores y que entregan todo en la cancha, porque les importa su gente, su camiseta, su región. Tienen identidad y son capaces de ser grandes así sean los de menos presupuesto entre todos los equipos.

Esos son los que debemos valorar. Ojalá haya quienes vean esos ejemplos para que los vagos y mediocres jugadores de un Deportes Quindío entiendan cómo deben jugar.¿Cuándo volveremos a llenar el estadio Centenario?

"Qué difícil es ser hincha de un equipo perdedor" Oscar Gemay González

¡MÁS CULTURA!

¡Más cultura! Ojalá hubiese algo diferente. Emociones que lleguen al alma. Por eso, nada mejor que asistir al museo Quimbaya a presenciar cello y poesía en “Territorio Poético” o atender eventos culturales que animen y nos den goce cultural.

¡Más cultura! Conferencias, charlas, conversatorios. Invitaciones a escritores nacionales e internacionales. Muestras artísticas de estudiantes de colegios y universidades.

¡Más cultura! Que en las universidades haya semanas culturales literarias. Que se apoye a los docentes que hacen que sus estudiantes amen la lectura y escriban.

¡Más cultura!Que las casas de la cultura hagan mucho por los jóvenes en los municipios. Que se conozcan líderes culturales en los municipios. Que brillen la música, el arte, la lectura, los escritores.

¡Más cultura! Que haya una verdadera Feria del Libro con invitados especiales en Armenia.

¡Más cultura! Que los secretarios de cultura del Quindío y Armenia hagan, sientan, vivan la cultura. Que no sean solamente nombrados para calentar sillas, porque no distinguen un poema de una prosa. No valoran a los artistas o a los gestores culturales. La política los manda y ellos obedecen.

¡Más cultura! Porque estamos quedados en deporte y cultura. La cultura nos da más, mucho más.

“El arte y la cultura aumentan la armonía, la tolerancia y la comprensión entre las personas.” Matilde Asenci.