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29 abril de 2018  |  12:00 AM |  Escrito por: Edición web

Los poporos, artefactos de los pueblos indígenas y de todos los tiempos

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Imagen informe especial

Por Jorge Hernán Velásquez Restrepo y Roberto Restrepo Ramírez. Academia de Historia del Quindío.

En la historia arqueológica de los pueblos Quimbaya del Período Temprano (o Quimbayas Arqueológicos, 500AC – 600 DC) y del período Tardío (o Quimbayas Etnohistóricos, 800 DC hasta la época del contacto), sobresalen muchos objetos ceremoniales y utilitarios de oro encontrados por guaquería o reportados en excavaciones arqueológicas controladas. Ellos están hoy en museos nacionales y extranjeros y lamentablemente en instituciones museales del exterior.

De todos estos artefactos, los que más han llamado la atención de especialistas, arqueólogos y coleccionistas son los poporos. El nombre poporo está relacionado con un recipiente, de tal suerte que cualquier objeto que tenga este fin se llama así. Y lo empleamos en tiempo presente porque actualmente hay grupos indígenas de Colombia que todavía lo utilizan. Generalmente está elaborado de totuma y se convierte así en un recipiente de uso tradicional simbólico y ceremonial. Cualquier totumo sirve, incluso los redondos, que se parten en la mitad, lo que deja al descubierto dos mitades circulares que hoy los pueblos indígenas del Amazonas tienen en su vida diaria, también como recipiente, al cual le frotan un impermeabilizante natural y pintura vegetal para que al interior se vea de color negro.

El valor real del recipiente denominado poporo es que ha sido utilizado milenariamente como depósito de la cal en polvo (procedente de las conchas marinas) o del polvo de coca, ya triturada y revuelta con ceniza de hojas tostadas de yarumo, empleado así en la región amazónica.

La coca nativa, todo lo contrario de la cocaína, es un alimento vitamínico y sus hojas tostadas son vueltas polvo fino, como ocurre en la amazonia. O son guardadas secas y tostadas al fogón en pequeñas mochilas, como ocurre ello todavía entre los indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta o entre los grupos nativos de la parte andina de Colombia.

El poporo, siendo de origen vegetal por ser una calabaza o totuma acondicionada como recipiente, se convierte así en el objeto más popular de la parafernalia de los pueblos prehispánicos y actuales. Lo que ha ocurrido en el ámbito popular es que no hay un conocimiento pleno sobre su utilidad ni en el pasado, ni en el presente. Por tal razón, todavía en el imaginario de los colombianos está la figura icónica más conocida de todos los nacionales. Le mencionan como el Poporo Quimbaya y se ha convertido en símbolo nacional, también de la denominada Cultura Quimbaya, nombre que todavía emplean muchos al referirse a los pueblos que habitaron el Valle Medio del Río Cauca y que encontraron los españoles allí asentados en 1540.

El poporo de las cuatro borlas o esferas ha opacado entonces el conocimiento de otros, que presentan diferentes formas y representaciones. “Con este poporo procedente del noroeste antioqueño, el Banco de la República inició en 1939 su colección de orfebrería del Museo del Oro. En un comienzo se le llamaba un “jarrón indígena” o una “botella Quimbaya de oro fino”, pero luego gracias en parte a la enseñanza de su forma con la de otros poporos de calabazo de los indígenas actuales, se determinó su verdadera función “(texto tomado de “Museo del Oro, una mirada desde la arqueología”, Banco de la República, Museo del Oro, Bogotá).

Esa imagen no es sólo estética, porque es hermosa e imponente. Sus cuatro esferas, el borde de hojas en la parte media del recipiente y las figuras estilizadas de la base representan un intrincado simbolismo, cuyos detalles los describiremos en el siguiente capítulo de esta serie.

Religiosos y míticos significados también despiertan los poporos actuales de la Sierra Nevada de Santa Marta, utilizados por los pueblos indígenas que allí habitan, o sea los Kogui, los ijca o arhuaco, los arsario y los wiwa. Algo que identifica a los dos poporos (el arqueológico y el actual) cuyas fotografías presentamos en este capítulo es su parte superior, porque allí muestra “un disco de cal formado por el hábito de los hombres de limpiar allí su palillo frotándolo en círculos”.

Poporo de las cuatro esferas, con el que se inició la colección orfebre del Museo del Oro se encuentra exhibido en Bogotá y su historia del hallazgo en una vereda de Yarumal llamada “Pajarito”, como la venta al Banco de la República son interesantes para describir en capítulos posteriores que publicaremos en Quindiano. Por ahora, invitamos a nuestros lectores a visitar la primera sala del Museo del Oro Quimbaya de Armenia, y específicamente las vitrinas de alta seguridad números 2 y 4 donde se encuentran dos poporos kogui actuales (vitrina 2), exhibidos al lado de dos poporos del Período Temprano, con un parecido extraordinario, donde obviamente su diferencia estriba en los materiales empleados (dos calabazos del pueblo kogui y el de oro de 2.500 años de antigüedad). En la vitrina 4 aparece un poporo arqueológico similar al de Yarumal. No hay mayor información pero se sabe tiene procedencia de la región del Valle Medio del Rio Cauca, lo que llama poderosamente la atención de los visitantes.

Algo que debe identificarse con el poporo es el palo (de madera entre los pueblos actuales) o el llamado alfiler (de oro para los poporos prehispánicos) que también se encuentran presentes en las vitrinas del Museo de Oro Quimbaya de Armenia. Servían -y sirven- para llevar la cal en polvo del recipiente a la boca, porque han sido introducidos mojados al poporo. En la boca se mezcla esa cal en polvo con las hojas tostadas de coca, lo que se llama todavía mambeo, o mambe entre los amazónicos.

El poporo Quimbaya ha sido ícono de todos los tiempos. En el municipio quindiano, por ejemplo su principal monumento representa ese objeto a la entrada desde Armenia y fue elaborado por el escultor Mario Marín. En la moneda de veinte pesos antigua aparece y, así, en cientos de simbolizaciones del país.

Es obvio pensar que un primer detalle simbólico que aquellos pueblos del pasado quisieron dejar en los poporos de oro -probablemente utilizados por personajes de alto rango- fue la costra de cal de la parte superior. Pero, ¿por qué en forma de cuatro esferas? Estas y otras preguntas, también sobre los poporos más famosos de todos, los del Tesoro Quimbaya, serán resueltas en nuestros próximos capítulos.

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